La autora analiza la tradición de la fotografía post-mortem en España desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. Explica que esta práctica permitía a las familias preservar la memoria de sus seres queridos fallecidos a través de una imagen. Incluye numerosas fotografías de la época que ilustran diferentes formas en las que se retrataban a los difuntos. Además, proporciona detalles sobre la investigación que la autora realizó para su tesis doctoral, centrada en este tema