La Revolución de Ayutla (1854-1855) fue un levantamiento contra la dictadura de Santa Anna, impulsado por el descontento social y político en México, llevándolo a su destitución y a la elección de Juan Álvarez como presidente. Este proceso dio inicio a la promulgación de reformas liberales y la nueva Constitución de 1857, que estableció principios de libertad e igualdad y abolió el control eclesiástico en asuntos civiles. Sin embargo, aunque representaba ideales progresistas, la Constitución aún enfrentaba desafíos para adaptarse a la realidad social del país y desencadenó la Guerra de Reforma.