La salud comunitaria abarca prácticas que mejoran el bienestar físico, mental y social de la población, considerando aspectos como determinantes de salud que incluyen factores ambientales, económicos y sociales. Se identifican cinco tipos básicos de intervenciones en salud pública, además de diez servicios esenciales que promueven la salud y previenen enfermedades. La participación comunitaria se enfatiza como clave para empoderar a los individuos en el análisis y control de su salud, fomentando colaboración y responsabilidad en el cuidado de la adecuación de servicios.