El documento aborda la implementación de pruebas de sensibilidad a nuevos antimicrobianos, destacando la problemática actual del aumento de microorganismos multirresistentes y el uso excesivo de antibióticos. Se discuten diversas técnicas de microdilución y métodos de estudio para determinar las concentraciones inhibitorias, así como la importancia de la colaboración entre microbiología clínica e infectología. También menciona la necesidad de incentivar el desarrollo de nuevas moléculas y de ajustar normas regulatorias para acortar el tiempo de aprobación.