Cratylia argentea es una leguminosa nativa del cerrado en Brasil, resaltando su potencial forrajero por su adaptación a suelos ácidos y tolerancia a la sequía. Su capacidad de fijar nitrógeno y su alta calidad nutritiva, junto con una producción de semillas eficiente a diferentes densidades, la hacen una opción valiosa para la recuperación de áreas degradadas. La investigación y mejora genética se intensifican debido al creciente interés en su uso como forraje en la ganadería.