El documento de Jorge Gama aborda la importancia de sentir sin reaccionar ante el entorno, destacando que las emociones no pueden ser controladas y deben fluir. Se enfatiza que los estímulos externos son un reflejo de nuestras heridas internas y que la resistencia al dolor genera sufrimiento. Se invita a la reflexión personal y a la meditación como herramientas para expandir la conciencia emocional y sanar las heridas internas.