El documento anima a pensar en grande y soñar con Dios, citando ejemplos bíblicos como Adán, Abraham y otros que cumplieron grandes sueños con la ayuda de Dios. También señala que Caleb, a los 85 años, confiaba en Dios para conquistar la tierra de Hebrón. Finalmente, insta a ponerse en acción para preparar nuevos territorios y centros donde difundir el evangelio, siguiendo el ejemplo de Jesús y el llamado a salvar a los perdidos.