El documento presenta siete maneras en las que los creyentes pueden apoyar la predicación del evangelio, enfatizando la importancia del testimonio personal, la comunión con otros creyentes, la oración, y la invitación a inconversos. También menciona la relevancia de la presencia en los cultos y el comportamiento después de estos, así como la necesidad de apoyo económico para la obra evangelística. Cada creyente, aunque no sea un predicador, tiene un papel crucial en esta misión a través de diversas formas de apoyo.