Las sociedades offshore se establecen en paraísos fiscales para aprovechar ventajas impositivas, confidencialidad y seguridad jurídica. Aunque su uso es legal si se declara correctamente, muchas empresas las utilizan para evadir impuestos, creando una delgada línea entre sus beneficios legítimos y actividades ilegales. En Perú, grandes corporaciones como Credicorp y Grupo Breca operan en estos territorios, lo que suscita debates sobre la ética de sus prácticas fiscales.