La Unión Europea promueve la movilidad juvenil a través de la libre circulación de trabajadores, facilitando el acceso al empleo y la formación en distintos países miembros. A pesar de la crisis económica, muchos jóvenes están dispuestos a emigrar en busca de mejores oportunidades laborales, aunque enfrentan desafíos como el reconocimiento de sus títulos y la adaptación cultural. La estrategia europea 2020 establece objetivos de empleo y cohesion social, buscando mejorar la situación laboral de los jóvenes y promover su desarrollo educativo y profesional.