Este documento discute los cambios en la relación entre los parlamentos y los ciudadanos en la era digital. Propone que la comunicación y participación en línea están creando un modelo más descentralizado, híbrido y orientado a la red. Los parlamentarios deben ser más transparentes, responder a los ciudadanos y rendir cuentas para enfrentar los desafíos de la desintermediación y la vigilancia ciudadana en la era digital.