El documento aborda la evolución y la importancia de la comunicación organizacional, destacando su desarrollo desde finales del siglo XIX en contextos democráticos y su consolidación como un activo estratégico. A través de diversas etapas, se examinan factores como la democratización, la globalización y la responsabilidad pública, así como la necesidad de integrar la comunicación en la alta dirección de las organizaciones. Se enfatiza que la gestión moderna de la comunicación debe ir más allá de una mera presentación y reflejar un verdadero compromiso con la comunidad y la transparencia.