La Segunda República española (1931-1936) trajo consigo importantes reformas progresistas pero también una creciente polarización política. Tras las elecciones constituyentes de 1931 se estableció un gobierno de coalición republicano-socialista que promulgó una nueva constitución democrática y llevó a cabo reformas como la reforma agraria y educativa. Sin embargo, la crisis económica y el aumento de la conflictividad social debilitaron al gobierno, permitiendo el surgimiento de la derecha y el bienio conservador de 1933-1935 que