El feudalismo surgió en Europa en el siglo IX como un nuevo sistema político, económico y social ante la inseguridad e inestabilidad causadas por invasiones externas y la debilidad de los reyes. Los reyes entregaban tierras a nobles a cambio de su lealtad y servicios militares, creando una relación de vasallaje. Esto permitió a los nobles gobernar las tierras en nombre del rey de forma casi independiente.