Al-Andalus experimentó diferentes fases políticas desde la conquista musulmana en el siglo VIII hasta la caída del reino nazarí de Granada en 1492. Tuvo su mayor esplendor durante el Califato de Córdoba entre los siglos X y XI, pero luego se fragmentó en reinos de taifas que fueron invadidos por los norteafricanos almorávides y almohades. Dejó un gran legado cultural y arquitectónico como la mezquita de Córdoba y la Alhambra de Granada.