El documento aborda los movimientos literarios del romanticismo y realismo, destacando sus reacciones ante las condiciones sociales y políticas de los siglos XVIII y XIX. El romanticismo se caracteriza por la exaltación de la individualidad y los sentimientos, mientras que el realismo busca representar la realidad cruda y cotidiana, enfocándose en problemas sociales y críticos. Ambos movimientos reflejan la transformación de la sociedad, con el romanticismo naciendo en un contexto de opresión y el realismo respondiendo a las realidades de la clase trabajadora y la burguesía emergente.