INSTITUCIÓN EDUCATIVA EL TAGÜÍ
2024
DOCENTE: ESTEFANÍA SANTOS CABALLERO
ÁREA: LENGUA CASTELLANA
DÉCIMO
LITERATURA DE LA ILUSTRACIÓN, ROMANTICISMO Y REALISMO
1. LA NARRATIVA NEOCLÁSICA
1. LA POESÍA NEOCLÁSICA
1. EL TEATRO FRANCÉS NEOCLÁSICO
EL ROMANTICISMO Y REALISMO
El romanticismo y realismo fueron dos movimientos artísticos e intelectuales que reaccionaron, cada uno desde
su orilla, al clima político, económico, social e intelectual de los siglos XVIII y XIX.
Para el siglo XVIII, Occidente, encabezado por Europa, estaba sumergido en un contexto de gobiernos
conservadores y monárquicos cuya opresión empezaba a extralimitar la conformidad de los pueblos y ya
levantaba ampolla en muchos de los intelectuales y progresistas de la época. En este contexto, de profundas
tensiones políticas y sociales, surgió en el arte el movimiento romántico. Desde la esfera artística, el primer
momento del Romanticismo promulgó la exaltación de la individualidad del sujeto y postuló la rebeldía como
motor que conduce a la trascendencia.
Para la época, y como producto de una herencia monárquica añeja que provenía de un pasado remoto,
cuando se formaron las naciones europeas, el absolutismo mantenía la unicidad los tres poderes, ejecutivo,
legislativo y judicial, en una sola cabeza: el rey. De acuerdo con este legado, anquilosado en el medioevo, el
monarca era depositario de toda soberanía por derecho divino. En oposición al regazo político, esta etapa se
caracterizó por una profusión de avances industriales y tecnológicos, favorecidos principalmente por la
participación en el circuito económico de una clase gobernante emergente y prospera que encabezaría la
lucha contra la dominación absolutista: la burguesía.
El inconformismo de las capas más débiles de la sociedad, entre las que se encontraban los campesinos, los
artesanos y los siervos, se vio favorecido por el apoyo de la burguesía que, si bien tenía otros motivos, también se
encontraba inconforme con el absolutismo monárquico.
Ilustración 1. El 14 de Julio de 1789 el pueblo
parisino salió a las calles y sitió la fortaleza de la
Bastilla, uno de los símbolos más representativos
del absolutismo monárquico y punto desde el cual
Luis XV apuntaba sus cañones hacia los barrios
obreros. Tomado del libro Desafíos comunicativos
11. Editorial Santillana. Pág. 148.
De la mano, ambas clases llevarían a Europa a una serie de revueltas
políticas y sociales, que llegarían a su punto máximo con la
Revolución francesa. Este fue, probablemente, el hecho más
influyente de la época, cuyas repercusiones sociales, culturales y
artísticas, continúan hasta hoy en día. Tuvo lugar en 1
789 y, junto a
otros levantamientos posteriores influidos por ella, derivaron en una
Producto de las revueltas de la Revolución francesa se logró la separación de los tres poderes. Para el resto del
mundo, especialmente para América, la Revolución francesa sería el impulso requerido para levantarse contra la
opresión. Eventualmente, la mayoría de las monarquías dejarían de ostentar el poder en Europa y su injerencia en el
Nuevo Mundo se vería cada vez más debilitada pues se estimaba, al menos en teoría, que la soberanía de las
naciones procedería de la voluntad de los pueblos.
Poco tiempo después, fue evidente que, aunque la soberanía se había descentralizado, el nuevo ordenamiento
social no respondería a la voluntad del sujeto común. El poder, entonces, cambiaría de manos y favorecería
prioritariamente a la clase burguesa, que comenzaba su ascenso político y reafirmaba su poderío económico.
El desencanto por los logros de la Revolución francesa empezó a tener ecos nuevamente en la esfera artística. Así,
surge una segunda etapa del Romanticismo, menos idealista y optimista, marcado por el sentimentalismo, el
desasosiego, la evasión y el intimismo lírico. Paulatinamente con la segunda mitad del siglo XIX, la decepción de los
artistas se traduciría en un nuevo movimiento, con mayor compromiso social, que se proponía denunciar la pobreza
espiritual y la cotidianidad absorbente y asfixiante de la época: el Realismo.
Fue una época marcada por la tensión entre la noción de progreso y la realidad del trabajador. En el terreno
económico, las metas progresistas, la tecnificación y la industrialización se mostraban como una meta a alcanzar,
pero eso ocurría a costa de la clase obrera, que trabajaba en exceso y veía muy poco retribuido su esfuerzo.
Paradójicamente, la mayor parte del producto de su trabajo iba directamente a las arcas de la burguesía que
acumulaba más y más riqueza, lo que abría cada vez más la brecha entre las clases sociales. Ante este panorama,
surgieron movimientos intelectuales, como el marxismo y socialismo, que influyeron en la clase obrera, pues la
invitaban a tomar conciencia de su condición social y a rebelarse.
En el terreno científico empezaron a cobrar adeptos las ideas positivistas de Auguste Compte y el evolucionismo
natural de Charles Darwin. Este interés por la observación de la realidad como hecho científico también influyó en la
estética realista, que pronto incluiría estos principios en su expresión más extrema: el Naturalismo que se caracteriza
primordialmente por su carácter metódico y por tratar de reproducir la realidad de manera casi documental,
incluso, si esto implica exponer de manera descarnada sus aspectos más grotescos y vulgares.
En el terreno científico empezaron a cobrar adeptos las ideas positivistas de Auguste Compte y el evolucionismo
natural de Charles Darwin. Este interés por la observación de la realidad como hecho científico también influyó en la
estética realista, que pronto incluiría estos principios en su expresión más extrema: el Naturalismo que se caracteriza
primordialmente por su carácter metódico y por tratar de reproducir la realidad de manera casi documental,
incluso, si esto implica exponer de manera descarnada sus aspectos más grotescos y vulgares.
En el campo de las artes visuales, cabe decir que el retrato y la escultura fueron los medios predilectos de
representación hasta comienzos del siglo XIX, aunque pronto el arte fotográfico habría de inundar la escena. Los
procedimientos experimentales de Niépce, ocurridos en 1820, y los trabajos de Daguerre hacia 1939, impulsaron la
captura de imágenes que representaban la realidad con mayor fidelidad.
Pero la fotografía, por ser técnica costosa para la época, fue un arte para la élite, así que nuevamente la burguesía
cumplió un papel protagónico, pues fue la que acudió a ella como medio ideal de autor representación, como una
manera de reafirmar y celebrar su evidente ascenso en la escala social.
LA LITERATURA DEL ROMANTICISMO Y EL REALISMO EL ROMANTICISMO
El romanticismo fue un movimiento artístico que privilegió los sentimientos sobre la razón, lo que constituyó una
oposición frente al Neoclasicismo, la corriente característica del período anterior. Los artistas
románticos cambiaron su forma de entender el mundo y exaltaron su interioridad y su parte más emotiva. La política,
los conflictos y la vida misma eran entendidos desde las emociones, no desde una lógica racional.
Este espíritu del romanticismo entró en choque con dos procesos específicos de finales del siglo XVIII: la
industrialización y el racionalismo ilustrado. La primera fue consecuencia de la Revolución industrial de 1789 y
consistió en la producción de bienes a gran escala; a partir de tal propósito, se crearon máquinas pesadas y nuevos
medios de transporte, se conformó la clase obrera. Para la perspectiva romántica, todo ello alejaba al hombre de la
naturaleza. El segundo, el racionalismo ilustrado, era una corriente filosófica que promulgaba la razón como la única
forma de entender el mundo y dejaba de lado el aspecto emocional, fundamental para los románticos.
Así, en la literatura romántica se presentaron a menudo escenarios naturales, alejados de las ciudades industriales en
desarrollo, espacios donde los personajes pudieran explorar sus sentimientos verdaderamente y conectarse con sus
raíces. En Europa, donde nació el movimiento, se destacaron autores románticos como: Johann Wolfgang Goethe,
Friedrich Schiller, Friedrich Gottlieb Klopstock, John Keats, William Wordsworth, Percy Sheley y Mary Shelly, entre otros.
En Latinoamérica, hacia donde se extendió el movimiento, cabe resaltar a los argentinos José Hernández y José
Marmol; los mexicanos Manuel Acuña y Manuel María Flores; y, en Colombia, José Eusebio Caro, Julio Flórez y Jorge
Isaacs.
Las características de la literatura romántica
El anhelo por la libertad. Es uno de los ideales más notorios del movimiento y se expresa de diversas formas. La
libertad no era solo la oposición a la opresión política, sino que también significaba romper las limitaciones literarias
del Neoclasicismo.
El ímpetu rebelde. De la mano del deseo de libertad, surge un espíritu de rebeldía frente a la autoridad, que se
expresa con personajes aventureros, quienes luchan por sus ideales o huyen de la opresión. Así, figuras míticas como
los titanes y los ángeles arrojados del paraíso se convirtieron en personajes de culto e inspiración.
La importancia de la individualidad. Como reacción a una época de opresión política, los autores románticos
reclamaron la libertad del sujeto individual, ideal que fue alimentado por los tres postulados de la Revolución
francesa: libertad, igualdad y fraternidad.
El nacionalismo. Paralelamente con el énfasis sobre la individualidad, el romanticismo promovía también el
sentimiento de pertenencia a la razón y la identificación con su realidad e historia. De esta forma se oponía a la
pretensión de la universalidad que caracterizó a la ilustración.
El sentimiento de soledad. El autor romántico se muestra desencantado a menudo del mundo y de la sociedad en la
que vive. Esta es la razón por la cual es común que los protagonistas evadan su realidad y se refugien en sí mismos y
en sus propias meditaciones. De ahí surge la inclusión en las obras de escenarios inhóspitos, apartados y solitarios,
como antiguos castillos, cementerios, bosques, montañas y espacios recónditos.
La exaltación de los sentimientos. El espíritu romántico se caracteriza por la expresión profunda y firme de las
emociones, que defiende con heroísmo. Los personajes románticos son seres que luchan por lo que sienten con
convicción, lo que incluye, más no restringe, el amor. Por ello, un argumento común de las obras románticas consiste
en la defensa de una relación amorosa que es amenazada por la oposición humana o sobrenatural.
La identificación con la naturaleza. El estado anímico del protagonista suele corresponder con el de la naturaleza a
su alrededor. Si el personaje está exaltado, el bosque, el río y el viento presentarán igualmente una conmoción
equivalente, con la intención de significar un vínculo entre el ser humano y las fuerzas elementales. Por ello, los
parajes agrestes no solo sirven como escenario para las travesías
EL REALISMO
El realismo literario fue una nueva corriente que replanteó varios aspectos del Romanticismo. Fue popular desde la
segunda mitad del siglo XIX en Europa y en Latinoamérica. Aunque en Realismo se presentó como una novedad
literaria, su intención no era alejarse por completo de la norma romántica, sino presentar la realidad tal como era y
no de forma emotiva.
Ahora bien, aunque el Realismo representaba de forma directa los problemas de la época, no buscaba registrar la
realidad como lo hace la historia, pues aún concebía la literatura como una forma artística de expresar una idea.
En este sentido, utilizaba las circunstancias reales del momento, bastante complejas, para situar a los protagonistas
en un contexto problemático al que debían enfrentarse. Por ejemplo, había un fuerte contraste social entre los lujos
de la clase alta y las condiciones de miseria de la clase trabajadora. Al mismo tiempo, las ciudades se llenaban de
contaminación por las nuevas industrias y empezaron a surgir distintos problemas de salud en la población.
La descripción de estos escenarios era bastante detallada, pues los escritores realistas tenían la intención de
transmitir patentemente las circunstancias sociales al lector. En consecuencia, el Realismo encontró en la novela un
género adecuado para sus propósitos estéticos. Influidos por los métodos de las ciencias naturales, algunos escritores
decidieron llevar la representación de la realidad un paso más allá y reproducirla a partir de lo que llamaron
objetividad documental; así surgió el Naturalismo.
Los naturalistas pensaban que la literatura podía ser una herramienta política y transformar las condiciones de la
sociedad. Por ello, se dedicaron a denunciar los aspectos más crudos y desagradables de la vida humana. Esta
postura radical tuvo como mayor representante a Émile Sola, escritor francés. El prólogo de su novela Teresa Raquin
y el ensayo La novela experimental, Zola presenta las guías de escritura del Naturalismo. Esta forma literaria fue bien
recibida en Europa y Latinoamérica, pero sobretodo en España. Uno de sus más grandes exponentes fue Leopoldo
Alas “Clarín”.
Las características del realismo
La representación de la realidad. Si bien el romanticismo y el realismo criticaron la sociedad de su época, lo hicieron
de manera diferente y menos severa. El romanticismo lo hacía por medio de la imaginación y la exaltación de
épocas pasadas; en cambio, el Realismo lo hizo mediante la exposición cruda y fiel de la realidad. Los realistas
preferían enfrentarse a la realidad en vez de evadirla.
El límite a los hechos ficcionales. Los escenarios románticos, ficcionales y distanciados del aquí y ahora, fueron
dejados del lado en el Realismo. Los realistas tenían como primer objetivo que lo narrado fuera creíble y que, tanto
las situaciones como los personajes, fueran cercanos al lector.
La crítica social. Las obras realistas tratan sobre problemas de la vida cotidiana, de la política, de las relaciones
personales e, incluso, del arte y la filosofía. Esto lo hacen mediante hechos concretos que cuestionan la vida de los
personajes en todos sus aspectos. Por eso, el narrador, no hace interpretaciones de lo sucedido, ni expone su opinión
al respecto, sino que permite que los hechos y acciones hablen por sí mismos.
El enfoque en el presente. El Romanticismo mostró un profundo interés y nostalgia por el pasado, lo que era evidente
por sus escenarios medievales. El Realismo, en cambio, puso su mirada en el presente, el tiempo en el cual vive el
escritor y sobre el cual reflexiona.
El desplazamiento del yo literario. La corriente romántica se había caracterizado por presentar al individuo como
elemento principal, en cambio, en la realista la sociedad se volvió lo importante. Es así como los autores realistas
prefirieron asumir el papel de observadores, censores o descriptores de lo que ocurría a su alrededor.
El énfasis en la descripción. Al igual que otras expresiones artísticas realistas como la pictórica y la escultórica, la
literaria se preocupó por presentar detalles de la realidad. Sin embargo, en el caso de la literatura, el medio del que
disponía el artista era la palabra. Mediante la descripción, el escritor realista debió poner en evidencia aquello que
otros artistas podían exponer visualmente. Así, las descripciones de los escenarios, personajes, situaciones,
movimientos y gestos alcanzaron un gran despliegue en obras realistas.
Los personajes cotidianos. A diferencia de los protagonistas románticos, de carácter heroico, los personajes Realistas
eran mujeres y hombres del común. Así mismo, se presentaban con todas sus virtudes y defectos. Al ser puestos en un
contexto real, enfrentaban todos los estados de ánimo naturales al ser humano.
Este gesto también aplicaba para la clase burguesa, que fue retratada tanto en sus aspectos agradables como en
sus miserias, dudas, desdichas y problemas. En este sentido, la clase trabajadora también fue llamativa para los
escritores del Realismo, que expusieron las condiciones laborales, los anhelos de una estabilidad económica y las
dificultades para lograrlo, que tenía este sector de la sociedad.
La transformación de la burguesía. Históricamente, la clase burguesa es la que mayores y más profundas
transformaciones ha experimentado. En un primer momento, el Realismo presentó a la
burguesía como un soporte para la clase trabajadora, ya que le ofrecía trabajos con buenas condiciones. Sin
embargo, luego retrató cómo ejercía su superioridad política y económica disminuyendo los salarios, imponiendo
jornadas extenuantes de trabajo y pocos beneficios. Sin defender a ninguna de las dos clases, el Realismo buscaba
presentar un panorama completo de las situaciones.
ACTIVIDAD
Elabora un cuadro comparativo sobre la literatura de la Ilustración, el Romanticismo y Realismo, en donde expliques
aspectos como:
 Contexto Histórico
 Características Literarias
 Géneros
 Autores y obras
 Similitudes
 Diferencias
Ejemplo
ASPECTO ILUSTRACIÓN ROMANTICISMO REALISMO
Contexto
Histórico
Características
Literarias
Géneros
Autores y
Obras
Similitudes
Diferencias
INSTITUCIÓN EDUCATIVA EL TAGÜÍ
2024
DOCENTE: ESTEFANÍA SANTOS CABALLERO
ÁREA: LENGUA CASTELLANA
DÉCIMO
LITERATURA DEL MODERNISMO Y GENERACIÓN DEL 98
Introducción
En esta unidad vas a estudiar una de las épocas más
florecientes de la literatura española. La literatura que
se sitúa entre 1898 (año en que España pierde sus
últimas colonias en América) y el estallido de las
Guerra Civil es una de las más destacadas. Los
artísticas, creadores de ese esplendor literario se
pueden agrupar en tres generaciones: los modernistas
de fin de siglo, entre los que incluye el grupo del 98; la
generación de 1914, cuyos autores reciben el nombre
de Novecentistas; y los escritores de la Generación del
27, que estudiaremos más adelante.
Durante este período, el deseo de renovación afecta
a todos los géneros literarios y en todos ellos se
destacan figuras de primer orden en la historia de la
literatura española.
Es el momento de los grandes poetas, como Antonio
Machado, Juan Ramón Jiménez, Federico García
Lorca o Rafael Alberti. En la novela sobresalen Pío
Baroja y Miguel de Unamuno. Y en el teatro, Ramón
María del Valle – Inclán y, de nuevo Federico García
Lorca.
Panorama Literario del Modernismo
LA LITERATURA ESPAÑOLA DEL SIGLO XX
Entre 1898 y 1936 se vivió en España un período de
especial esplendor literario, que se consideró la Edad
de Plata de la literatura española.
También en el terreno artístico y literario se evolucionó
rápidamente, de modo que las corrientes se
sucedieron en lapsos de tiempo muy cortos.
El espíritu de rebeldía frente a lo tradicional, el afán
renovador y la búsqueda de nuevas formas de
expresión fueron las características básicas del arte del
siglo XX.
En la literatura española del siglo XX se pueden
distinguir tres etapas:
• La literatura anterior al inicio de la Primera Guerra
Mundial (1914). Es la época del Modernismo y de la
Generación del 98.
• La literatura comprendía entre la Primera Guerra
Mundial y el final de la Guerra Civil española (1939). Es
la época de las Vanguardias y la Generación del 27.
• La literatura posterior a la Guerra Civil española. Es la
época de la literatura contemporánea.
La Edad de Plata
Entre 1898 y 1936 se vivió en España un período de
espacial esplendor literario, que se considera la Edad
de Plata de la literatura española. Es en estos años
cuando escriben autores como Antonio Machado,
Miguel de Unamuno, Ramón del Valle – Inclán, Juan
Ramón Jiménez, Jorge Guillen o Federico García
Lorca, por solo citar algunos, que están entre los
principales autores de la literatura castellana.
En esta Edad de Plata se suelen distinguir tres
generaciones de escritores con preocupaciones,
intereses y principios estéticos propios:
• La generación de fin de siglo, formada por escritores
a los que se conoce como modernistas. Un grupo de
escritores constituye la llamada Generación del 98.
• La generación del 14, año en que se inicia la Primera
Guerra Mundial. Los miembros de esta generación se
conocen con el nombre de novecentistas.
• La generación o grupo poético del 27, formada por
un conjunto de poetas que participaron en varios
actos de homenaje a Luis de Góngora en el tercer
centenario de su muerte (1927).
Estas corrientes se desarrollaron paralelamente. En
realidad, algunos escritores pasaron de la línea
modernista a la noventayochista, y, al contrario, en
diferentes etapas de su vida.
El Modernismo
Se conoce como Modernismo al movimiento artístico y
literario que surgió como reacción al Realismo y que
defendió la subjetividad y la belleza formal en la
literatura a finales del siglo XIX y comienzos del XX.
Fue una corriente caracteriza por la búsqueda de la
belleza formal como una manera de evadir la
realidad. Frente a copia de la realidad que defendían
los escritores realistas, el escritor modernista busco
crear un universo imaginario, habitado por la belleza,
lo exótico y la sensualidad. Y son la poesía y el cuento
las formas más adecuadas para crear este universo.
Tradicionalmente se ha considerado que el
Modernismo surgió en Hispanoamérica con la
publicación en 1888 de Azul, del poeta nicaragüense
Rubén Darío. Los escritores nacidos en las jóvenes
republicas americanas que se habían independizado
de España en el transcurso del siglo XIX querían
apartarse de la tradición española y buscaron sus
fuentes en literaturas como la inglesa, la italiana y,
sobre todo, la francesa. Se produjo así una profunda
renovación formal y temática, y se incorporaron al
castellano numerosas palabras procedentes de otras
lenguas.
El gran impulso del Modernismo fue el poeta Rubén
Darío, quien introdujo la nueva estética en España,
aunque este movimiento fue menos brillante, exótico y
atrevido que en Latinoamérica. Muchos escritores
españoles acogieron esta nueva visión del arte:
Salvador Rueda, Antonio Machado, Manuel
Machado, Juan Ramón Jiménez.
Características de la Literatura del Modernismo
La estética modernista se caracterizó por tres rasgos
esenciales: la búsqueda de las impresiones sensoriales,
la perfección formal y la ambientación en lugares
fantásticos.
 La búsqueda de las impresiones sensoriales: La
poesía modernista apela a los sentidos
mediante imágenes de gran belleza visual, la
musicalidad del lenguaje, las referencias a
colores o a fragancias exóticas, etc. Estos
recursos heredados del simbolismo, se someten
al ideal modernista: la búsqueda e
independencia de la belleza.
 La perfección formal: Los poetas adoptan
metros poco usados, como el alejandrino
(verso de catorce sílabas), el dodecasílabo
(verso de doce sílabas), el eneasílabo (verso
de nueve sílabas) y el verso libre. Además,
emplean todo tipo de estrofas y recuperan las
formas clásicas.
 Las ambientaciones irreales y exóticas: la
ruptura con lo cotidiano se resolvió en la
búsqueda de lo irreal y de lo exótico. Las
princesas, las hadas, los cisnes, la evocación
de tiempos pasados, los parajes exóticos, los
cuidados jardines, los palacios, el Lejano
Oriente son frecuentes en la literatura
modernista.
Sus escritores persiguieron un fin exclusivamente
estético en sus obras.
Todos estos rasgos se reúnen en los versos de la
Sonatina, de Rubén Darío.
El jardín puebla el triunfo de los pavos reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y vestido de rojo piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
Temas del Modernismo
El modernismo crea sus obras en torno a dos temas
fundamentales:
Las remembranzas histórico – legendarias: La historia,
los mitos y las tradiciones legendarias les sirven a los
poetas para elaborar evocaciones (memorias,
recuerdos) de ambientes y épocas remotas.
La expresión de lo íntimo: Los poetas de esta época
procuraban evadir la realidad social de su país, por
eso huyen de los cotidiano y se resguardan en un
mundo irreal. Por eso, reflejan su inmensa tristeza
matizada por el deseo de las cosas inalcanzables.
La Generación del 98
Se conoce con el nombre de Generación del 98 a un
grupo de escritores que, durante la época del
modernismo, hicieron de España su tema literario
predominante.
Esta generación de escritores tomó su nombre de la
fecha en que Cuba y Filipinas dejaron de pertenecer
a España (1898). Este desastre colonial fue el eje
central de la preocupación de estos escritores.
Generalmente se reconoce como miembros de la
Generación del 98 a Miguel de Unamuno, José
Martínez Ruiz “Azorín”, Pío Baroja, Ramiro de Maeztu.
Otros autores, entre ellos el poeta Antonio Machado y
el novelista y dramaturgo Ramón del Valle-Inclán,
escribieron obras que están dentro de la estética del
Modernismo y otras en que tratan el tema de España
desde una perspectiva noventayochista.
Características de la Literatura del 98
1. Europeísmo y gusto por lo castizo.
2. Sobriedad.
3. Subjetivismo.
4. Idealización del paisaje.
5. Preocupación por los problemas de España.
6. Reflexiones filosóficas.
Géneros y Temas literarios de principios del siglo XX
El Ensayo: Se convirtió en el vehículo idóneo para
transmitir la ideología noventayochista. Temas como la
muerte, la religión, la situación del país y el destino de
España son tratados por Unamuno, Azorín y Maeztu.
La Novela: Los modernistas se desinteresaron por la
creación de una trama argumental que fuera
representación exacta de la realidad. Su intensión
consistía en transmitir impresiones que por su
musicalidad y su colorido se acercaran al ritmo y al
verso. El principal representante de la novela en este
período fue Ramón del Valle-Inclán.
La poesía: De principios de siglo sigue dos camins: por
una parte, algunos poetas como Juan Ramón
Jiménez, Antonio Machado o Valle- Inclán,
deslumbrados por la figura de Rubén Darío, dan sus
primeros pasos en la estética modernista, aunque más
tarde evolucionan, respectivamente, hacia la
sublimación de la poesía, el noventayochismo. Los
modernistas se propusieron huir de la realidad
cotidiana, tema preferido por los escritores y crear un
mundo de fantasía lleno de belleza. Por eso lo
modernistas sintieron predilección por la poesía lírica.
El Teatro: A comienzos del siglo XX, la renovación llegó
también al teatro. Cuatro tendencias teatrales se
destacaron principalmente en esta línea renovadora:
la comedia burguesa, el teatro cómico, el teatro
poético y el teatro innovador.
La Comedia Burguesa: Fue una formula teatral creada
por Jacinto Benavente, dramaturgo que obtuvo el
Premio Nobel de literatura en 1922. Las comedias de
Benavente, de tono realista y escrito en lenguaje
coloquial, criticaban con fina ironía los prejuicios y la
hipocresía de la sociedad burguesa. Su obra más
famosa es los intereses creados.
 Teatro Cómico: Dentro de las obras dramáticas
que pueden agruparse bajo esta
denominación coexisten tres variedades de
teatro el costumbrista y la comedia grotesca.
 Teatro Poético: Surge como reacción al teatro
realista. En el teatro histórico en verso se
rescatan los mitos nacionales y se exaltan sus
virtudes: caballerosidad, nobleza, fidelidad,
etc. Su máximo representante es Eduardo
Marquina.
 El teatro Innovador: Tuvo en Valle-Inclán su
máximo representante que se encarga de
romper con todos los moldes tradicionales
poniendo énfasis en lo grotesco. Los temas
que más frecuentemente se trataron fueron la
meditación filosófica sobre el ser humano y el
análisis de la verdadera personalidad
española.
Los temas que más frecuentemente se trataron fueron
la meditación filosófica sobre el ser humano y el
análisis de la verdadera personalidad española. Los
más representativos de la Generación del 98 son
Unamuno, Azorín y Baroja. Unamuno y Baroja
cultivaron la novela, mientras que Azorín escribió,
especialmente artículos periodísticos.
ACTIVIDAD
Elabora una infografía en paralelo, en la cual
relaciones los aspectos como contexto histórico,
características literarias, temas, géneros, autores y
obras, del Modernismo y la generación del 98.
Puedes complementar la información en el siguiente
enlace:
https://www.youtube.com/watch?v=labzgWQKuVc
NOTA: Elabora la infografía en canva u otra plataforma
digital y la llevas impresa en la siguiente clase.
Ejemplo:

Tema 2_Literatura de la Ilustración, Romanticismo y Reaismo. y Tema 3_Literatura.docx

  • 1.
    INSTITUCIÓN EDUCATIVA ELTAGÜÍ 2024 DOCENTE: ESTEFANÍA SANTOS CABALLERO ÁREA: LENGUA CASTELLANA DÉCIMO LITERATURA DE LA ILUSTRACIÓN, ROMANTICISMO Y REALISMO
  • 2.
    1. LA NARRATIVANEOCLÁSICA 1. LA POESÍA NEOCLÁSICA
  • 3.
    1. EL TEATROFRANCÉS NEOCLÁSICO EL ROMANTICISMO Y REALISMO El romanticismo y realismo fueron dos movimientos artísticos e intelectuales que reaccionaron, cada uno desde su orilla, al clima político, económico, social e intelectual de los siglos XVIII y XIX. Para el siglo XVIII, Occidente, encabezado por Europa, estaba sumergido en un contexto de gobiernos conservadores y monárquicos cuya opresión empezaba a extralimitar la conformidad de los pueblos y ya levantaba ampolla en muchos de los intelectuales y progresistas de la época. En este contexto, de profundas tensiones políticas y sociales, surgió en el arte el movimiento romántico. Desde la esfera artística, el primer momento del Romanticismo promulgó la exaltación de la individualidad del sujeto y postuló la rebeldía como motor que conduce a la trascendencia. Para la época, y como producto de una herencia monárquica añeja que provenía de un pasado remoto, cuando se formaron las naciones europeas, el absolutismo mantenía la unicidad los tres poderes, ejecutivo, legislativo y judicial, en una sola cabeza: el rey. De acuerdo con este legado, anquilosado en el medioevo, el monarca era depositario de toda soberanía por derecho divino. En oposición al regazo político, esta etapa se caracterizó por una profusión de avances industriales y tecnológicos, favorecidos principalmente por la participación en el circuito económico de una clase gobernante emergente y prospera que encabezaría la lucha contra la dominación absolutista: la burguesía. El inconformismo de las capas más débiles de la sociedad, entre las que se encontraban los campesinos, los
  • 4.
    artesanos y lossiervos, se vio favorecido por el apoyo de la burguesía que, si bien tenía otros motivos, también se encontraba inconforme con el absolutismo monárquico. Ilustración 1. El 14 de Julio de 1789 el pueblo parisino salió a las calles y sitió la fortaleza de la Bastilla, uno de los símbolos más representativos del absolutismo monárquico y punto desde el cual Luis XV apuntaba sus cañones hacia los barrios obreros. Tomado del libro Desafíos comunicativos 11. Editorial Santillana. Pág. 148. De la mano, ambas clases llevarían a Europa a una serie de revueltas políticas y sociales, que llegarían a su punto máximo con la Revolución francesa. Este fue, probablemente, el hecho más influyente de la época, cuyas repercusiones sociales, culturales y artísticas, continúan hasta hoy en día. Tuvo lugar en 1 789 y, junto a otros levantamientos posteriores influidos por ella, derivaron en una Producto de las revueltas de la Revolución francesa se logró la separación de los tres poderes. Para el resto del mundo, especialmente para América, la Revolución francesa sería el impulso requerido para levantarse contra la opresión. Eventualmente, la mayoría de las monarquías dejarían de ostentar el poder en Europa y su injerencia en el Nuevo Mundo se vería cada vez más debilitada pues se estimaba, al menos en teoría, que la soberanía de las naciones procedería de la voluntad de los pueblos. Poco tiempo después, fue evidente que, aunque la soberanía se había descentralizado, el nuevo ordenamiento social no respondería a la voluntad del sujeto común. El poder, entonces, cambiaría de manos y favorecería prioritariamente a la clase burguesa, que comenzaba su ascenso político y reafirmaba su poderío económico. El desencanto por los logros de la Revolución francesa empezó a tener ecos nuevamente en la esfera artística. Así, surge una segunda etapa del Romanticismo, menos idealista y optimista, marcado por el sentimentalismo, el desasosiego, la evasión y el intimismo lírico. Paulatinamente con la segunda mitad del siglo XIX, la decepción de los artistas se traduciría en un nuevo movimiento, con mayor compromiso social, que se proponía denunciar la pobreza espiritual y la cotidianidad absorbente y asfixiante de la época: el Realismo. Fue una época marcada por la tensión entre la noción de progreso y la realidad del trabajador. En el terreno económico, las metas progresistas, la tecnificación y la industrialización se mostraban como una meta a alcanzar, pero eso ocurría a costa de la clase obrera, que trabajaba en exceso y veía muy poco retribuido su esfuerzo. Paradójicamente, la mayor parte del producto de su trabajo iba directamente a las arcas de la burguesía que acumulaba más y más riqueza, lo que abría cada vez más la brecha entre las clases sociales. Ante este panorama, surgieron movimientos intelectuales, como el marxismo y socialismo, que influyeron en la clase obrera, pues la invitaban a tomar conciencia de su condición social y a rebelarse. En el terreno científico empezaron a cobrar adeptos las ideas positivistas de Auguste Compte y el evolucionismo natural de Charles Darwin. Este interés por la observación de la realidad como hecho científico también influyó en la estética realista, que pronto incluiría estos principios en su expresión más extrema: el Naturalismo que se caracteriza primordialmente por su carácter metódico y por tratar de reproducir la realidad de manera casi documental, incluso, si esto implica exponer de manera descarnada sus aspectos más grotescos y vulgares. En el terreno científico empezaron a cobrar adeptos las ideas positivistas de Auguste Compte y el evolucionismo natural de Charles Darwin. Este interés por la observación de la realidad como hecho científico también influyó en la estética realista, que pronto incluiría estos principios en su expresión más extrema: el Naturalismo que se caracteriza primordialmente por su carácter metódico y por tratar de reproducir la realidad de manera casi documental, incluso, si esto implica exponer de manera descarnada sus aspectos más grotescos y vulgares. En el campo de las artes visuales, cabe decir que el retrato y la escultura fueron los medios predilectos de representación hasta comienzos del siglo XIX, aunque pronto el arte fotográfico habría de inundar la escena. Los procedimientos experimentales de Niépce, ocurridos en 1820, y los trabajos de Daguerre hacia 1939, impulsaron la captura de imágenes que representaban la realidad con mayor fidelidad. Pero la fotografía, por ser técnica costosa para la época, fue un arte para la élite, así que nuevamente la burguesía cumplió un papel protagónico, pues fue la que acudió a ella como medio ideal de autor representación, como una manera de reafirmar y celebrar su evidente ascenso en la escala social. LA LITERATURA DEL ROMANTICISMO Y EL REALISMO EL ROMANTICISMO El romanticismo fue un movimiento artístico que privilegió los sentimientos sobre la razón, lo que constituyó una oposición frente al Neoclasicismo, la corriente característica del período anterior. Los artistas románticos cambiaron su forma de entender el mundo y exaltaron su interioridad y su parte más emotiva. La política, los conflictos y la vida misma eran entendidos desde las emociones, no desde una lógica racional. Este espíritu del romanticismo entró en choque con dos procesos específicos de finales del siglo XVIII: la industrialización y el racionalismo ilustrado. La primera fue consecuencia de la Revolución industrial de 1789 y consistió en la producción de bienes a gran escala; a partir de tal propósito, se crearon máquinas pesadas y nuevos medios de transporte, se conformó la clase obrera. Para la perspectiva romántica, todo ello alejaba al hombre de la naturaleza. El segundo, el racionalismo ilustrado, era una corriente filosófica que promulgaba la razón como la única forma de entender el mundo y dejaba de lado el aspecto emocional, fundamental para los románticos. Así, en la literatura romántica se presentaron a menudo escenarios naturales, alejados de las ciudades industriales en desarrollo, espacios donde los personajes pudieran explorar sus sentimientos verdaderamente y conectarse con sus
  • 5.
    raíces. En Europa,donde nació el movimiento, se destacaron autores románticos como: Johann Wolfgang Goethe, Friedrich Schiller, Friedrich Gottlieb Klopstock, John Keats, William Wordsworth, Percy Sheley y Mary Shelly, entre otros. En Latinoamérica, hacia donde se extendió el movimiento, cabe resaltar a los argentinos José Hernández y José Marmol; los mexicanos Manuel Acuña y Manuel María Flores; y, en Colombia, José Eusebio Caro, Julio Flórez y Jorge Isaacs. Las características de la literatura romántica El anhelo por la libertad. Es uno de los ideales más notorios del movimiento y se expresa de diversas formas. La libertad no era solo la oposición a la opresión política, sino que también significaba romper las limitaciones literarias del Neoclasicismo. El ímpetu rebelde. De la mano del deseo de libertad, surge un espíritu de rebeldía frente a la autoridad, que se expresa con personajes aventureros, quienes luchan por sus ideales o huyen de la opresión. Así, figuras míticas como los titanes y los ángeles arrojados del paraíso se convirtieron en personajes de culto e inspiración. La importancia de la individualidad. Como reacción a una época de opresión política, los autores románticos reclamaron la libertad del sujeto individual, ideal que fue alimentado por los tres postulados de la Revolución francesa: libertad, igualdad y fraternidad. El nacionalismo. Paralelamente con el énfasis sobre la individualidad, el romanticismo promovía también el sentimiento de pertenencia a la razón y la identificación con su realidad e historia. De esta forma se oponía a la pretensión de la universalidad que caracterizó a la ilustración. El sentimiento de soledad. El autor romántico se muestra desencantado a menudo del mundo y de la sociedad en la que vive. Esta es la razón por la cual es común que los protagonistas evadan su realidad y se refugien en sí mismos y en sus propias meditaciones. De ahí surge la inclusión en las obras de escenarios inhóspitos, apartados y solitarios, como antiguos castillos, cementerios, bosques, montañas y espacios recónditos. La exaltación de los sentimientos. El espíritu romántico se caracteriza por la expresión profunda y firme de las emociones, que defiende con heroísmo. Los personajes románticos son seres que luchan por lo que sienten con convicción, lo que incluye, más no restringe, el amor. Por ello, un argumento común de las obras románticas consiste en la defensa de una relación amorosa que es amenazada por la oposición humana o sobrenatural. La identificación con la naturaleza. El estado anímico del protagonista suele corresponder con el de la naturaleza a su alrededor. Si el personaje está exaltado, el bosque, el río y el viento presentarán igualmente una conmoción equivalente, con la intención de significar un vínculo entre el ser humano y las fuerzas elementales. Por ello, los parajes agrestes no solo sirven como escenario para las travesías EL REALISMO
  • 6.
    El realismo literariofue una nueva corriente que replanteó varios aspectos del Romanticismo. Fue popular desde la segunda mitad del siglo XIX en Europa y en Latinoamérica. Aunque en Realismo se presentó como una novedad literaria, su intención no era alejarse por completo de la norma romántica, sino presentar la realidad tal como era y no de forma emotiva. Ahora bien, aunque el Realismo representaba de forma directa los problemas de la época, no buscaba registrar la realidad como lo hace la historia, pues aún concebía la literatura como una forma artística de expresar una idea. En este sentido, utilizaba las circunstancias reales del momento, bastante complejas, para situar a los protagonistas en un contexto problemático al que debían enfrentarse. Por ejemplo, había un fuerte contraste social entre los lujos de la clase alta y las condiciones de miseria de la clase trabajadora. Al mismo tiempo, las ciudades se llenaban de contaminación por las nuevas industrias y empezaron a surgir distintos problemas de salud en la población. La descripción de estos escenarios era bastante detallada, pues los escritores realistas tenían la intención de transmitir patentemente las circunstancias sociales al lector. En consecuencia, el Realismo encontró en la novela un género adecuado para sus propósitos estéticos. Influidos por los métodos de las ciencias naturales, algunos escritores decidieron llevar la representación de la realidad un paso más allá y reproducirla a partir de lo que llamaron objetividad documental; así surgió el Naturalismo. Los naturalistas pensaban que la literatura podía ser una herramienta política y transformar las condiciones de la sociedad. Por ello, se dedicaron a denunciar los aspectos más crudos y desagradables de la vida humana. Esta postura radical tuvo como mayor representante a Émile Sola, escritor francés. El prólogo de su novela Teresa Raquin y el ensayo La novela experimental, Zola presenta las guías de escritura del Naturalismo. Esta forma literaria fue bien recibida en Europa y Latinoamérica, pero sobretodo en España. Uno de sus más grandes exponentes fue Leopoldo Alas “Clarín”. Las características del realismo La representación de la realidad. Si bien el romanticismo y el realismo criticaron la sociedad de su época, lo hicieron de manera diferente y menos severa. El romanticismo lo hacía por medio de la imaginación y la exaltación de épocas pasadas; en cambio, el Realismo lo hizo mediante la exposición cruda y fiel de la realidad. Los realistas preferían enfrentarse a la realidad en vez de evadirla. El límite a los hechos ficcionales. Los escenarios románticos, ficcionales y distanciados del aquí y ahora, fueron dejados del lado en el Realismo. Los realistas tenían como primer objetivo que lo narrado fuera creíble y que, tanto las situaciones como los personajes, fueran cercanos al lector. La crítica social. Las obras realistas tratan sobre problemas de la vida cotidiana, de la política, de las relaciones personales e, incluso, del arte y la filosofía. Esto lo hacen mediante hechos concretos que cuestionan la vida de los personajes en todos sus aspectos. Por eso, el narrador, no hace interpretaciones de lo sucedido, ni expone su opinión al respecto, sino que permite que los hechos y acciones hablen por sí mismos. El enfoque en el presente. El Romanticismo mostró un profundo interés y nostalgia por el pasado, lo que era evidente por sus escenarios medievales. El Realismo, en cambio, puso su mirada en el presente, el tiempo en el cual vive el escritor y sobre el cual reflexiona. El desplazamiento del yo literario. La corriente romántica se había caracterizado por presentar al individuo como elemento principal, en cambio, en la realista la sociedad se volvió lo importante. Es así como los autores realistas prefirieron asumir el papel de observadores, censores o descriptores de lo que ocurría a su alrededor. El énfasis en la descripción. Al igual que otras expresiones artísticas realistas como la pictórica y la escultórica, la literaria se preocupó por presentar detalles de la realidad. Sin embargo, en el caso de la literatura, el medio del que disponía el artista era la palabra. Mediante la descripción, el escritor realista debió poner en evidencia aquello que otros artistas podían exponer visualmente. Así, las descripciones de los escenarios, personajes, situaciones, movimientos y gestos alcanzaron un gran despliegue en obras realistas. Los personajes cotidianos. A diferencia de los protagonistas románticos, de carácter heroico, los personajes Realistas eran mujeres y hombres del común. Así mismo, se presentaban con todas sus virtudes y defectos. Al ser puestos en un contexto real, enfrentaban todos los estados de ánimo naturales al ser humano. Este gesto también aplicaba para la clase burguesa, que fue retratada tanto en sus aspectos agradables como en sus miserias, dudas, desdichas y problemas. En este sentido, la clase trabajadora también fue llamativa para los escritores del Realismo, que expusieron las condiciones laborales, los anhelos de una estabilidad económica y las dificultades para lograrlo, que tenía este sector de la sociedad. La transformación de la burguesía. Históricamente, la clase burguesa es la que mayores y más profundas transformaciones ha experimentado. En un primer momento, el Realismo presentó a la burguesía como un soporte para la clase trabajadora, ya que le ofrecía trabajos con buenas condiciones. Sin embargo, luego retrató cómo ejercía su superioridad política y económica disminuyendo los salarios, imponiendo
  • 7.
    jornadas extenuantes detrabajo y pocos beneficios. Sin defender a ninguna de las dos clases, el Realismo buscaba presentar un panorama completo de las situaciones. ACTIVIDAD Elabora un cuadro comparativo sobre la literatura de la Ilustración, el Romanticismo y Realismo, en donde expliques aspectos como:  Contexto Histórico  Características Literarias  Géneros  Autores y obras  Similitudes  Diferencias Ejemplo ASPECTO ILUSTRACIÓN ROMANTICISMO REALISMO Contexto Histórico Características Literarias Géneros Autores y Obras Similitudes Diferencias
  • 8.
    INSTITUCIÓN EDUCATIVA ELTAGÜÍ 2024 DOCENTE: ESTEFANÍA SANTOS CABALLERO ÁREA: LENGUA CASTELLANA DÉCIMO LITERATURA DEL MODERNISMO Y GENERACIÓN DEL 98 Introducción En esta unidad vas a estudiar una de las épocas más florecientes de la literatura española. La literatura que se sitúa entre 1898 (año en que España pierde sus últimas colonias en América) y el estallido de las Guerra Civil es una de las más destacadas. Los artísticas, creadores de ese esplendor literario se pueden agrupar en tres generaciones: los modernistas de fin de siglo, entre los que incluye el grupo del 98; la generación de 1914, cuyos autores reciben el nombre de Novecentistas; y los escritores de la Generación del 27, que estudiaremos más adelante. Durante este período, el deseo de renovación afecta a todos los géneros literarios y en todos ellos se destacan figuras de primer orden en la historia de la literatura española. Es el momento de los grandes poetas, como Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca o Rafael Alberti. En la novela sobresalen Pío Baroja y Miguel de Unamuno. Y en el teatro, Ramón María del Valle – Inclán y, de nuevo Federico García Lorca. Panorama Literario del Modernismo LA LITERATURA ESPAÑOLA DEL SIGLO XX Entre 1898 y 1936 se vivió en España un período de especial esplendor literario, que se consideró la Edad de Plata de la literatura española. También en el terreno artístico y literario se evolucionó rápidamente, de modo que las corrientes se sucedieron en lapsos de tiempo muy cortos. El espíritu de rebeldía frente a lo tradicional, el afán renovador y la búsqueda de nuevas formas de expresión fueron las características básicas del arte del siglo XX. En la literatura española del siglo XX se pueden distinguir tres etapas: • La literatura anterior al inicio de la Primera Guerra Mundial (1914). Es la época del Modernismo y de la Generación del 98. • La literatura comprendía entre la Primera Guerra Mundial y el final de la Guerra Civil española (1939). Es la época de las Vanguardias y la Generación del 27. • La literatura posterior a la Guerra Civil española. Es la época de la literatura contemporánea. La Edad de Plata Entre 1898 y 1936 se vivió en España un período de espacial esplendor literario, que se considera la Edad de Plata de la literatura española. Es en estos años cuando escriben autores como Antonio Machado, Miguel de Unamuno, Ramón del Valle – Inclán, Juan Ramón Jiménez, Jorge Guillen o Federico García Lorca, por solo citar algunos, que están entre los principales autores de la literatura castellana. En esta Edad de Plata se suelen distinguir tres generaciones de escritores con preocupaciones, intereses y principios estéticos propios: • La generación de fin de siglo, formada por escritores a los que se conoce como modernistas. Un grupo de escritores constituye la llamada Generación del 98. • La generación del 14, año en que se inicia la Primera Guerra Mundial. Los miembros de esta generación se conocen con el nombre de novecentistas. • La generación o grupo poético del 27, formada por un conjunto de poetas que participaron en varios actos de homenaje a Luis de Góngora en el tercer centenario de su muerte (1927). Estas corrientes se desarrollaron paralelamente. En realidad, algunos escritores pasaron de la línea modernista a la noventayochista, y, al contrario, en diferentes etapas de su vida. El Modernismo Se conoce como Modernismo al movimiento artístico y literario que surgió como reacción al Realismo y que defendió la subjetividad y la belleza formal en la literatura a finales del siglo XIX y comienzos del XX. Fue una corriente caracteriza por la búsqueda de la belleza formal como una manera de evadir la realidad. Frente a copia de la realidad que defendían los escritores realistas, el escritor modernista busco crear un universo imaginario, habitado por la belleza, lo exótico y la sensualidad. Y son la poesía y el cuento las formas más adecuadas para crear este universo. Tradicionalmente se ha considerado que el Modernismo surgió en Hispanoamérica con la publicación en 1888 de Azul, del poeta nicaragüense Rubén Darío. Los escritores nacidos en las jóvenes republicas americanas que se habían independizado de España en el transcurso del siglo XIX querían apartarse de la tradición española y buscaron sus fuentes en literaturas como la inglesa, la italiana y, sobre todo, la francesa. Se produjo así una profunda renovación formal y temática, y se incorporaron al castellano numerosas palabras procedentes de otras lenguas. El gran impulso del Modernismo fue el poeta Rubén Darío, quien introdujo la nueva estética en España, aunque este movimiento fue menos brillante, exótico y atrevido que en Latinoamérica. Muchos escritores españoles acogieron esta nueva visión del arte: Salvador Rueda, Antonio Machado, Manuel Machado, Juan Ramón Jiménez. Características de la Literatura del Modernismo La estética modernista se caracterizó por tres rasgos esenciales: la búsqueda de las impresiones sensoriales, la perfección formal y la ambientación en lugares fantásticos.  La búsqueda de las impresiones sensoriales: La poesía modernista apela a los sentidos
  • 9.
    mediante imágenes degran belleza visual, la musicalidad del lenguaje, las referencias a colores o a fragancias exóticas, etc. Estos recursos heredados del simbolismo, se someten al ideal modernista: la búsqueda e independencia de la belleza.  La perfección formal: Los poetas adoptan metros poco usados, como el alejandrino (verso de catorce sílabas), el dodecasílabo (verso de doce sílabas), el eneasílabo (verso de nueve sílabas) y el verso libre. Además, emplean todo tipo de estrofas y recuperan las formas clásicas.  Las ambientaciones irreales y exóticas: la ruptura con lo cotidiano se resolvió en la búsqueda de lo irreal y de lo exótico. Las princesas, las hadas, los cisnes, la evocación de tiempos pasados, los parajes exóticos, los cuidados jardines, los palacios, el Lejano Oriente son frecuentes en la literatura modernista. Sus escritores persiguieron un fin exclusivamente estético en sus obras. Todos estos rasgos se reúnen en los versos de la Sonatina, de Rubén Darío. El jardín puebla el triunfo de los pavos reales. Parlanchina, la dueña dice cosas banales, y vestido de rojo piruetea el bufón. La princesa no ríe, la princesa no siente; la princesa persigue por el cielo de Oriente Temas del Modernismo El modernismo crea sus obras en torno a dos temas fundamentales: Las remembranzas histórico – legendarias: La historia, los mitos y las tradiciones legendarias les sirven a los poetas para elaborar evocaciones (memorias, recuerdos) de ambientes y épocas remotas. La expresión de lo íntimo: Los poetas de esta época procuraban evadir la realidad social de su país, por eso huyen de los cotidiano y se resguardan en un mundo irreal. Por eso, reflejan su inmensa tristeza matizada por el deseo de las cosas inalcanzables. La Generación del 98 Se conoce con el nombre de Generación del 98 a un grupo de escritores que, durante la época del modernismo, hicieron de España su tema literario predominante. Esta generación de escritores tomó su nombre de la fecha en que Cuba y Filipinas dejaron de pertenecer a España (1898). Este desastre colonial fue el eje central de la preocupación de estos escritores. Generalmente se reconoce como miembros de la Generación del 98 a Miguel de Unamuno, José Martínez Ruiz “Azorín”, Pío Baroja, Ramiro de Maeztu. Otros autores, entre ellos el poeta Antonio Machado y el novelista y dramaturgo Ramón del Valle-Inclán, escribieron obras que están dentro de la estética del Modernismo y otras en que tratan el tema de España desde una perspectiva noventayochista. Características de la Literatura del 98 1. Europeísmo y gusto por lo castizo. 2. Sobriedad. 3. Subjetivismo. 4. Idealización del paisaje. 5. Preocupación por los problemas de España. 6. Reflexiones filosóficas. Géneros y Temas literarios de principios del siglo XX El Ensayo: Se convirtió en el vehículo idóneo para transmitir la ideología noventayochista. Temas como la muerte, la religión, la situación del país y el destino de España son tratados por Unamuno, Azorín y Maeztu. La Novela: Los modernistas se desinteresaron por la creación de una trama argumental que fuera representación exacta de la realidad. Su intensión consistía en transmitir impresiones que por su musicalidad y su colorido se acercaran al ritmo y al verso. El principal representante de la novela en este período fue Ramón del Valle-Inclán. La poesía: De principios de siglo sigue dos camins: por una parte, algunos poetas como Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado o Valle- Inclán, deslumbrados por la figura de Rubén Darío, dan sus primeros pasos en la estética modernista, aunque más tarde evolucionan, respectivamente, hacia la sublimación de la poesía, el noventayochismo. Los modernistas se propusieron huir de la realidad cotidiana, tema preferido por los escritores y crear un mundo de fantasía lleno de belleza. Por eso lo modernistas sintieron predilección por la poesía lírica. El Teatro: A comienzos del siglo XX, la renovación llegó también al teatro. Cuatro tendencias teatrales se destacaron principalmente en esta línea renovadora: la comedia burguesa, el teatro cómico, el teatro poético y el teatro innovador. La Comedia Burguesa: Fue una formula teatral creada por Jacinto Benavente, dramaturgo que obtuvo el Premio Nobel de literatura en 1922. Las comedias de Benavente, de tono realista y escrito en lenguaje coloquial, criticaban con fina ironía los prejuicios y la hipocresía de la sociedad burguesa. Su obra más famosa es los intereses creados.  Teatro Cómico: Dentro de las obras dramáticas que pueden agruparse bajo esta denominación coexisten tres variedades de teatro el costumbrista y la comedia grotesca.
  • 10.
     Teatro Poético:Surge como reacción al teatro realista. En el teatro histórico en verso se rescatan los mitos nacionales y se exaltan sus virtudes: caballerosidad, nobleza, fidelidad, etc. Su máximo representante es Eduardo Marquina.  El teatro Innovador: Tuvo en Valle-Inclán su máximo representante que se encarga de romper con todos los moldes tradicionales poniendo énfasis en lo grotesco. Los temas que más frecuentemente se trataron fueron la meditación filosófica sobre el ser humano y el análisis de la verdadera personalidad española. Los temas que más frecuentemente se trataron fueron la meditación filosófica sobre el ser humano y el análisis de la verdadera personalidad española. Los más representativos de la Generación del 98 son Unamuno, Azorín y Baroja. Unamuno y Baroja cultivaron la novela, mientras que Azorín escribió, especialmente artículos periodísticos. ACTIVIDAD Elabora una infografía en paralelo, en la cual relaciones los aspectos como contexto histórico, características literarias, temas, géneros, autores y obras, del Modernismo y la generación del 98. Puedes complementar la información en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=labzgWQKuVc NOTA: Elabora la infografía en canva u otra plataforma digital y la llevas impresa en la siguiente clase. Ejemplo: