En el siglo VIII comenzó la Reconquista de la península Ibérica por los reinos cristianos del norte contra al-Ándalus. Los reinos cristianos como Asturias, León, Castilla, Navarra y Aragón fueron expandiéndose y consolidándose hasta el siglo XV. La economía se basaba en la agricultura y ganadería, mientras la sociedad mantenía una estructura feudal dividida en nobles, clero y campesinos.