La sangre es un tejido líquido que transporta células como glóbulos rojos, blancos, plasma y plaquetas, y su producción ocurre en la médula ósea a través de la hematopoyesis. Este proceso se desarrolla en tres fases: mesoblástica, hepática y medular, y las células sanguíneas se originan de un precursor común. El plasma sanguíneo, que compone la matriz extracelular, incluye agua, proteínas y nutrientes, y es crucial para funciones como el transporte, la coagulación y la defensa inmunológica.