La teoría neoclásica de la administración no formó una escuela definida, sino un movimiento heterogéneo que reafirmó los postulados clásicos con énfasis en la práctica, los principios básicos y los objetivos. Los teóricos neoclásicos adoptaron un enfoque ecléctico incorporando ideas de diferentes teorías. Un buen administrador es aquel que permite lograr los objetivos del grupo con recursos mínimos.