El cognitivismo, desarrollado entre 1950 y 1960, se centra en el estudio de la mente y los procesos relacionados con el conocimiento, enfatizando cómo los seres humanos almacenan y utilizan la información. Principales teóricos como Piaget, Bruner y Ausubel han influido en su evolución, proponiendo que el aprendizaje implica interacción y construcción activa del conocimiento. Este enfoque contrasta con el conductismo, al considerar que el aprendizaje es una representación de la realidad, no solo un cambio observable en el comportamiento.