La ética determina el grado de intención de un profesional al realizar acciones buenas o malas. La deontología establece los valores y deberes que debemos cumplir al ejercer nuestra profesión, actuando de buena fe para velar por el bienestar de los demás. Sin embargo, algunos profesionales actúan de forma incorrecta poniendo en riesgo la salud de las personas. Cuando esto ocurre, se debe identificar a los responsables y el grado de culpa, ya sea por imprudencia, negligencia o impericia.