El documento analiza cómo la sociedad ha ido alejando a Dios de las escuelas y el gobierno a través de varias decisiones y cómo esto puede estar relacionado con los problemas actuales. Señala que permitimos que la oración y la Biblia fueran removidas de las escuelas, que no se permita disciplinar a los niños, y que se promuevan valores contrarios a la moral cristiana. Concluye sugiriendo que esto es consecuencia de haber "sembrado" el alejamiento de Dios y cuestiona por qué nos preocupamos más por la opinión de