El documento aborda la intervención del trabajo social en el ámbito de la salud, destacando la importancia de la profesión en la identificación y tratamiento de factores psicosociales que afectan la salud de las personas y comunidades. Se menciona el caso de un individuo afectado por el alcoholismo, enfatizando la necesidad de un enfoque metodológico y la colaboración interdisciplinaria para fomentar la salud y bienestar. Finalmente, se subrayan las competencias específicas y actividades que debe realizar el trabajador social en este contexto.