La conducta humana puede ser innata o aprendida. La conducta innata incluye reflejos y respuestas presentes al nacer, mientras que la conducta aprendida se modifica a través de la experiencia y el aprendizaje. El contexto social y factores ambientales también influyen en la conducta de una persona. La conducta puede ser agresiva, pasiva o asertiva, siendo esta última la más efectiva. La conciencia de uno mismo y del entorno es importante para comprender los procesos de la conducta humana.