La médula espinal, que se extiende desde el foramen magno hasta L1 o L2, presenta una estructura cilíndrica con tres curvaturas y está compuesta por sustancia blanca organizada en columnas. A través de sus tractos, la médula espinal facilita la transmisión de impulsos nerviosos entre la periferia y los centros nerviosos superiores, incluyendo vías sensitivas ascendentes y motoras descendentes. Entre sus múltiples funciones, se incluyen la percepción sensorial, la coordinación motora y el mantenimiento del equilibrio mediante circuitos neuronales específicos.