Este documento describe las transformaciones económicas y sociales en España en el primer tercio del siglo XX. Se caracterizó por un crecimiento industrial moderado, concentrado en algunas regiones, y la emergencia del sistema financiero. La población creció rápidamente y se volvió más urbana, aunque persistieron problemas agrarios como la desigual distribución de la tierra. El movimiento obrero y las organizaciones campesinas ganaron fuerza para defender los derechos de los trabajadores.