Treponema pallidum, una espiroqueta, causa sífilis y otras enfermedades relacionadas, siendo exclusiva del ser humano y transmitida por fluidos corporales. La enfermedad se desarrolla en tres fases: primaria (chancro indoloro), secundaria (síntomas gripales y exantema), y terciaria (daño a órganos y gomas). El diagnóstico se realiza a través de diversas pruebas serológicas y el tratamiento principal es con penicilina, siendo crucial la prevención mediante prácticas sexuales seguras.