El documento aborda el rol de los agentes de pastoral de la salud, destacando su importancia como puente entre la comunidad y los enfermos, así como su necesidad de preparación y sensibilidad. Resalta la necesidad de conocimientos en ética, moral cristiana, y habilidades de comunicación para apoyar a los enfermos y sus familias. Además, enfatiza la formación continua y el reto de enfrentar las dificultades con justicia, compasión y un enfoque comunitario.