La tuberculosis pediátrica es un problema de salud pública con un alto impacto, especialmente en países en desarrollo, donde se estima que 30% de la población menor de 15 años está afectada. Se caracteriza por diversas formas clínicas, incluyendo tuberculosis pulmonar y extrapulmonar, además de presentar desafíos en su diagnóstico, especialmente en formas atípicas y en contextos de coinfección, como con VIH. La radiografía de tórax es fundamental para la evaluación de la enfermedad, puesto que hasta un 15% de los casos puede mostrar resultados normales.
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