Los tumores benignos del intestino delgado representan menos del 5% de los tumores digestivos y son en su mayoría asintomáticos, diagnosticados accidentalmente. Entre ellos se encuentran adenomas, leiomiomas y lipomas, siendo el tratamiento habitual la resección local. Los tumores malignos, aunque menos comunes, incluyen adenocarcinomas y linfomas, presentando síntomas como dolor abdominal, obstrucción y sangrado.