Las primeras civilizaciones surgieron en valles fértiles cerca de grandes ríos en zonas templadas, donde había tierras fértiles, agua disponible y estaciones climáticas que permitían la agricultura. Esto llevó a sociedades más complejas y organizadas dedicadas al cultivo de cereales en Egipto junto al Nilo, Mesopotamia junto al Tigris y Éufrates, la India junto al Indo y China junto al Río Amarillo.