La iglesia del Divino Redentor es una obra del arquitecto venezolano Fruto Vivas construida en 1957 en San Cristóbal, Venezuela. Se trata de un templo religioso con una fachada sinuosa de ladrillo que aumenta gradualmente en altura y remata con un campanario visible. El uso del ladrillo calado cumple un rol importante en la iluminación y ventilación del interior de la iglesia.