Las unidades de estado sólido (SSD) son dispositivos de almacenamiento que utilizan memoria flash para eliminar partes mecánicas, lo que resulta en una gran velocidad de lectura y escritura, así como en una mayor resistencia a golpes y vibraciones. Existen dos arquitecturas principales, basadas en DRAM y NAND flash, cada una con sus ventajas y desventajas, y los SSD se destacan por ser más silenciosos y consumir menos energía que los discos duros tradicionales. A pesar de su alto costo por gigabyte, su rendimiento superior y características como un tiempo promedio entre fallos prolongado están llevando a un aumento en su adopción en el mercado.