El documento discute cómo las ciudades pueden convertirse en sistemas regenerativos para reducir las emisiones de carbono. Propone que las ciudades adopten metabolismo circular en lugar de lineal para gestionar de manera sostenible los recursos como el agua, nitrógeno y energía. También argumenta que el transporte eléctrico y el diseño urbano compacto pueden permitir opciones de baja energía y reducir la contaminación acústica para una regeneración urbana de bajas emisiones.