La violencia de género contra las mujeres incluye formas como la física, psicológica y sexual, afectando su bienestar y autoestima. Las mujeres víctimas suelen enfrentarse a una serie de factores de riesgo, incluidos el estrés, la ansiedad y la baja autoestima, lo que subraya la necesidad de estrategias de apoyo específicas. Las intervenciones didácticas en grupo pueden mejorar su calidad de vida al fomentar la autoestima, la participación social y la comunicación, reduciendo así el estrés y la ansiedad generados por las experiencias de maltrato.