La Revolución Industrial transformó la producción al mecanizar la industria y la agricultura, aplicar energía a la industria y desarrollar el sistema fabril. Esto condujo al surgimiento de una nueva clase capitalista y una clase obrera asalariada. La sociedad agraria fue reemplazada por una sociedad industrial y de servicios, aumentando enormemente la producción y el consumo pero también las desigualdades sociales.