Rastorno DE Estrés Postraumático UNA Revisión DEL Tema Segunda Parte
Rastorno DE Estrés Postraumático UNA Revisión DEL Tema Segunda Parte
SUMMARY
From the first descriptions of the effects of the traumatic events of
war reported by Abraham Kardiners in 1941; a series of studies
have been carried out to describe in an exact way the chronical
psychobiologic alteration that produces stress (6). With the
introduction and definition of the diagnosis approaches of the
posttraumatic stress disorder (PTSD) in 1980 in the DSM III (1),
a series of studies that provide support to the validity of the
etiology and typical phenomenology of this dysfunction have been
made (3, 44, 66, 104). In the 4th. meeting of the Group of International Consent on depression and anxiety, carried out in
Montecatini, Italy, in April of 1999, PTSD was considered as the
most important subject due to its high prevalence, social impact,
and financial burden on society. In the last 3 decades the biological
guidelines of the dysfunction have begun to be established; new
and effective treatments are being developed (4, 51).
PTSD is a chronic dysfunction and inability, for which so far,
only partially effective treatments exist (65). A better and deeper
knowledge of the psychobiological core of this dysfunction can
constitute a tool of great help to liberate patients of feelings or
behaviors belonging to the past (67).
The biological essence of this illness represents the long term
consequences of a failure of the organism to recover from a traumatic
situation, or the biological consequences that take place in answer
to memories of events that are not happening in real time (111).
Due to its nature, the biology of this dysfunction is different from
the biology of stress, because it is a process that takes place after
the stress situation is no longer physically present (81). Therefore
two fundamental questions are to be made: why a failure of the
organism takes place when returning to the pretraumatical state
and, why some individuals recover and others dont (111).
In the PTSD abnormal psychophysiological reactions take place
at two different levels: 1). - in answer to specific memories of the
traumatic event and 2). - In answer to intense but neutral stimuli,
as strong noises. This indicates that people with PTSD suffer a
loss in the discrimination of stimuli (6, 53).
High concentrations of suprarenal steroids have a potentially
suppressive effect on the immunity system, and those stressfull
events that activate the hypotalamo-hypofiso-adrenal system, can
suppress certain immunitary activities (81. Many patients with
chronic TPEP have physical problems and a high rate of use of the
medical services (104).
It has been demonstrated that the age at which an initial
traumatic event is experienced, is a significant factor for the
development of PTSD, because traumatic experiences during
childhood are associated to bigger risks and more severe symptoms
(12). Therefore, sexual abuse in childhood, physical abuse, or
both, are linked to more victimization indexes in adults (90).
Neuroimage has promoted a new focus on the neuronal filters
that are involved in the interpretation of sensorial information:
the interactions among the parts of the CNS that process and
interpret the meaning of incoming information, just as tonsil,
hippocampus, the callous body, fore cingulum and prefrontal cortex
(6).
At the present time there is evidence that indicates that the
disregulation of the glutamatergic, noradrenergic, and serotoninergic systems and of certain neuroendocrinal systems plays a fundamental part in this illness (65).
Threre are three aspects to handle PTSD: education, treatment
and/or psychosocial support and psychopharmacological treatment
(5). Health professionals in general, assume an immediate
educational rol when entering in contact with patients with this
dysfunction, by explaining to the victim which is the normal stress
reaction to the traumatic event. Two different procedures of
Behaviour Cognitive Therapy (BCT) have been commonly
employed with this dysfunction: exposure and handling of anxiety
(5, 42, 105). The objectives of pharmacotherapy are to reduce the
symptomatology of PTSD, to reduce inability, to improve the
quality of life, to improve the resistance to stress, and to reduce
comorbidity (5, 18, 26, 30, 68). Well controlled data show the
clinical effectiveness of SSIR in TPEP (26, 16, 18, 58, 68, 102).
The FDA approved, in February 2000, sertralines commercialization in the treatment of the PTSD. Studies that support the
effectiveness of BZD in PTSD dont exist. On the contrary, some
evidence suggests that the clinical condition of patients with PTSD
deteriorates, when they are treated with BZD, there is deterioration
in learning in a clinical situation; besides BZD produce annoying
symptoms when supressed (18, 26, 33).
Key words: Post-traumatic stress disorders, prevalence,
subdiagnosis, risk factors, comorbidity, functioning.
*Instituto Nacional de Psiquiatra Ramn de la Fuente. Calz. Mxico Xochimilco 101, Col. San Lorenzo Huipulco.
Correspondencia: e-mail: [email protected]
**Director del Instituto Nacional de Psiquiatra Ramn de la Fuente.
Recibido: 1 de agosto de 2002. Aceptado: 19 de agosto de 2002.
61
R ESUMEN
Desde las primeras relaciones sobre los efectos de los eventos
traumticos causados por la guerra descritos por Abraham Kardiner,
en 1941, se ha realizado una serie de estudios para describir de
manera exacta la alteracin psicobiolgica crnica que produce el
estrs (6). Con la introduccin y la definicin de los criterios
diagnsticos del Trastorno de estrs postraumtico (TPEP) en
1980, en el DSM III (1), se ha hecho una serie de estudios que
apoyan la validez de la etiologa y fenomenologa tpica de este
trastorno (3, 44, 66, 104). En la cuarta reunin del Grupo de
Consenso Internacional sobre Depresin y Ansiedad, llevada a
cabo en Montecatini, Italia, en abril de 1999, se consider que el
TPEP contituy el tema principal de sta, dada su alta prevalencia, impacto social y carga financiera sobre la sociedad. En las
ltimas 3 dcadas se han comenzando a establecer las directrices
biolgicas del trastorno; se empiezan a desarrollar as nuevos y
efectivos tratamientos (4, 51).
El Trastorno de estrs postraumtico es un trastorno crnico e
incapacitante, para el cual slo existen, hasta la fecha, tratamientos parcialmente efectivos (65). Un mejor conocimiento y
profundizacin de las bases psicobiolgicas de este trastorno puede
constituir una herramienta de gran ayuda para liberar a los pacientes
de sentimientos o comportamientos pertenecientes al pasado (67).
Las bases biolgicas de esta enfermedad representan las consecuencias a largo plazo de una falla del organismo para recuperarse
de una situacin traumtica o las consecuencias biolgicas que se
producen en respuesta a recuerdos de sucesos que no estn ocurriendo en tiempo real (111). Por su naturaleza, la biologa de
este trastorno es diferente de la biologa del estrs, ya que se trata
de un proceso que ocurre despus de que la situacin de estrs
deja de estar fsicamente presente (81). Por lo tanto, dos cuestiones fundamentales son conocer por qu se produce una falla del
organismo a la hora de retornar al estado pretraumtico y averiguar por qu algunos individuos consiguen la recuperacin y otros
no (111).
En el TPEP ocurren reacciones psicofisiolgicas anormales, en
dos niveles diferentes: 1. En respuesta a recuerdos especficos del
evento traumtico y 2. En respuesta a estmulos intensos pero
neutrales, como los ruidos fuertes. Esto indica que las personas
con TPEP sufren de una prdida en la discriminacin de estmulos
(6, 53).
Concentraciones elevadas de esteroides suprarrenales tienen
un efecto supresor sobre el sistema inmunitario y aquellos estresores
que activan el sistema hipotlamo-hipofiso-adrenal pueden suprimir potencialmente ciertas actividades inmunitarias (81). Muchos pacientes con TPEP crnico presentan problemas fsicos y
alta incidencia en el uso de los servicios mdicos (104).
Se ha demostrado que la edad a la cual un evento traumtico
inicial se experiment es un factor significativo para el desarrollo
de TPET, por lo que las experiencias traumticas en la infancia se
asocian con un mayor riesgo y con sntomas ms severos (12). Por
lo tanto, el abuso fsico o sexual, o ambos, en la infancia, se
asocian con mayores ndices de victimizacin en el adulto (90).
La neuroimagen ha promovido un nuevo enfoque sobre los
filtros neuronales involucrados en la interpretacin de la informacin sensorial: las interacciones entre las partes del SNC que
procesan e interpretan el significado de la informacin entrante,
como la amgdala, el hipocampo, el cuerpo calloso, el cngulo
anterior y la corteza prefrontal (6).
En la actualidad existen pruebas que indican que la desregulacin
de los sistemas glutamatrgico, noradrenrgico, serotoninrgico y
62
Se ha demostrado que la edad a la cual se experimenta un evento traumtico inicial, es un factor significativo para el desarrollo de TPET, por lo que las experiencias traumticas en la infancia se asocian con
un mayor riesgo y con sntomas ms severos (12).
Por lo tanto, el abuso sexual en la infancia, el abuso
fsico o ambos se asocian con mayores ndices de
victimizacin en el adulto (90). En relacin con esto,
el nmero acumulado de eventos traumticos a lo
largo de la vida se asocia con mayores ndices de TPET
(108).
Adems del TPET, existe mayor probabilidad de
que los nios puedan presentar otras condiciones psiquitricas despus de la exposicin al evento
traumtico debido a que el cerebro en desarrollo es
ms sensible a las agresiones traumticas y a las rupturas que afectan la maduracin neurobiolgica, lo
cual puede dar por resultado una produccin
sintomtica ms general y convincente. A la fecha se
desconoce cmo interactan los factores del desarrollo con otros factores de riesgo para producir constelaciones sintomticas diversas (91). En la adultez, la
exposicin a un evento traumtico no se restringe
exclusivamente al desarrollo de un TPET. Las experiencias traumticas se han relacionado con el desarrollo de otras condiciones psiquitricas tales como
depresin y trastornos de ansiedad, trastorno de pnico y trastorno de ansiedad generalizada (52, 88) .
En efecto, la regla es mayor que la excepcin, en cuanto a la presencia de condiciones comrbidas asociadas al TPET, tanto en la infancia como en la adultez
(110).
De acuerdo con lo antes mencionado, el abuso
sexual y fsico infantil se manifiesta por s mismo a
travs de una serie de problemas psiquitricos, tales
como depresin, ansiedad, ideacin suicida,
impulsividad-agresividad, delincuencia y abuso de
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Frank Putnam y su grupo muestran que existen alteraciones neuroendocrinas en nias vctimas de abuso
sexual comparadas con sujetos normales, particularmente en reas de funcionamiento inmune,
corticoesteroide y tiroideo (6, 19, 20). Teicher y cols.
han presentado pruebas sustanciales de que la experiencia traumtica temprana afecta al desarrollo de la
corteza cerebral y del sistema lmbico. Encontraron
que el abuso fsico en la infancia iba asociado con un
incremento del 38% en las anormalidades del sistema lmbico, el abuso sexual con un incremento del
49% y el abuso combinado, con un incremento del
113%. Estos porcentajes fueron ms elevados slo
cuando el evento traumtico tuvo lugar antes de los
18 aos de edad (99-101).
En un estudio sobre anormalidades electroencefalogrficas, Ito y cols. (47) encontraron una asociacin
entre la historia de abuso y las anormalidades
neurolgicas. Los nios vctimas de abuso tenan una
mayor incidencia de anormalidades electroencefalogrficas que los nios sin historia de abuso. Los pacientes vctimas de abuso difirieron de los otros solamente en la prevalencia de las anormalidades del hemisferio izquierdo. Los dficits del hemisferio izquierdo fueron 7 veces ms comunes que los dficits del
hemisferio derecho. Estos hallazgos sugieren que los
dos hemisferios pueden funcionar ms autnomamente en los pacientes vctimas de abuso infantil y
concuerdan con otras investigaciones que demuestran que los nios que han sufrido abuso sexual tienen problemas significativos en el funcionamiento
del hemisferio dominante para el desarrollo del lenguaje (14, 47).
ESTUDIOS DE NEUROIMAGEN EN EL TPEP
Hasta la fecha se han realizado diversas investigaciones que utilizan estudios de neuroimagen para tratar
de localizar las estructuras cerebrales implicadas en
la sintomatologa del trastorno de estrs postraumSalud Mental, Vol. 25, No. 5, octubre 2002
monas del estrs; asimismo, posee receptores mineralocorticoides que contienen una enzima que metaboliza
el cortisol (8, 72). El hipocampo modula la liberacin de glucocorticoides por medio de su efecto inhibitorio sobre el eje hipotlamo-hipfisis-adrenal
(122). Estos hallazgos sealan al hipocampo como
una pieza clave para integrar la respuesta cognoscitiva,
neurohormonal y neuroqumica al estrs y la emocin (21).
Actualmente, la lnea de investigacin ms prometedora seala que la disfuncin hipotalmica es la
base anatmica y fisiolgica responsable de la alteracin de la memoria: la fragmentacin y el recuerdo
retardado de acontecimientos traumticos durante
la infancia. Los altos niveles de glucocorticoides que
se presentan durante los periodos de estrs prolongado daan al hipocampo, lo que se manifiesta en la
disminucin de las divisiones dendrticas, la alteracin de la estructura sinptica terminal y la inhibicin de la regeneracin neuronal (109).
A lo largo de la vida posnatal, los glucocorticoides
parecen ejercer efectos supresores en la proliferacin
celular en el giro dentado. Los niveles basales de
esteroides adrenales se correlacionan negativamente
con el ndice de proliferacin celular en el giro dentado. Los efectos supresores de los glucocorticoides
sobre la gnesis celular sugieren que las experiencias
estresantes, las cuales se sabe que elevan los niveles
de los glucocorticoides circulantes y estimulan la liberacin del glutamato hipocampal, inhiben naturalmente la proliferacin celular en el giro dentado.
Se ha demostrado que las experiencias agudas de
estrs disminuyen el nmero de neuronas generadas
en el adulto, producidas en el giro dentado en un
nmero diverso de especies mamferas. Aunque se
desconoce el significado funcional exacto de la
neuronas tardamente generadas, varias lneas de evidencia sugieren que estas nuevas clulas juegan un
rol importante en el aprendizaje. La neurognesis en
el giro dentado parece estar asociada con el aprendizaje y la experiencia (98).
Es probable que la disminucin en el tamao del
hipocampo en el TPEP sea un efecto a largo plazo de
las vivencias intrusivas del evento traumtico en el
cuerpo y la mente, el cual es ms probablemente
mediado por dao celular al hipocampo inducido
por el cortisol (36). En animales, la disminucin del
funcionamiento hipocampal causa desinhibicin
conductual y promueve la definicin de estmulos
entrantes con respecto a la respuesta pelea/huida
(95). Esto puede jugar un rol en la disociacin prolongada y la mala interpretacin de la informacin
con respecto a la amenaza, como se ha demostrado
en los pacientes con TPEP. Adems el alto nivel de
Salud Mental, Vol. 25, No. 5, octubre 2002
TRATAMIENTO PSICOFARMACOLGICO
EN NIOS Y ADOLESCENTES
El uso de agentes adrenrgicos en el tratamiento del
TPEP peditrico se menciona en la mayora de los
estudios reportados en la bibliografa (195). Farmularo y cols. (24) exploraron los efectos del propranolol
(dosis promedio: 2.5 mg/kg/da) en nios con historia de abuso fsico y sexual con TPEP agudo. El tratamiento con propranolol redujo significativamente
los sntomas de intrusin y activacin en 8 de 11
nios. En un ensayo abierto de clonidina (0.050.1
mg dos veces al da) en nios, se observ mejora en
la ansiedad, activacin, afecto e impulsividad (69).
En otro estudio abierto, en siete nios, un parche
de clonidina transdrmico fue til en la reduccin
de los sntomas postraumticos (41). En un informe
de caso con guanfacina en un nio de 7 aos de edad,
se indic que hubo mejora en sus pesadillas (45).
Se ha informado tambin sobre algunos casos que
involucran otros agentes serotoninrgicos para emplearlos en el tratamiento del TPEP peditrico. El
uso de la ciproheptadina en un nio de 9 aos de
edad con TPEP dio por resultado una mejora en sus
pesadillas (38). La Nefazodona se us para tratar a
un paciente peditrico con TPEP, con lo que mejoraron sus sntomas (22).
En un estudio abierto en 28 nios y nias, de 8 a
17 aos de edad, con carbamazepina, 22 de los sujetos resultaron ser asintomticos para el final del periodo de ensayo, y los 6 restantes que presentaron
sntomas mejoraron mucho (55). Todos los pacientes de este estudio tenan una historia de abuso sexual
y ms de la mitad, tambin padeca Trastorno por
dficit de atencin con hiperactividad.
Ms recientemente, se inform sobre un estudio
piloto, prospectivo, aleatorizado, doble ciego, en el
que se us imipramina versus hidrato de cloral, en el
tratamiento del trastorno de estrs agudo, en 25 nios y adolescentes (edad entre 2 y 19 aos) que sufrieron quemaduras (80). Se encontr que la
Imipramina era ms efectiva que el hidrato de cloral
en el tratamiento de los sntomas de dicho trastorno.
No existen a la fecha estudios o informes sobre el
tratamiento del TPEP peditrico con ISRS o
benzodiazepinas.
LOS HALLAZGOS BIOLGICOS
AFECTAN EL TRATAMIENTO?
La prctica del uso de medicaciones en el tratamiento del TPEP se ha basado a la fecha ms en los resultados empricos de su eficacia que en el conocimien-
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