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Instituto Nacional de Medicina Legal Forensis 1999 Homicidio

1). Homicide rates in Colombia continued to decrease in the 1990s but new areas of violence emerged, counteracting the impact of decreasing rates in prior conflict zones. 2). While certain violent actors and factors transformed or were neutralized, new processes and dynamics developed under the decreasing trend, risking a potential increase in violence surpassing previous reductions. 3). The majority of homicide victims were males between ages 15-34, reflecting their active participation in the economy and conflicts, though rates remain high compared to other Latin American countries.

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Instituto Nacional de Medicina Legal Forensis 1999 Homicidio

1). Homicide rates in Colombia continued to decrease in the 1990s but new areas of violence emerged, counteracting the impact of decreasing rates in prior conflict zones. 2). While certain violent actors and factors transformed or were neutralized, new processes and dynamics developed under the decreasing trend, risking a potential increase in violence surpassing previous reductions. 3). The majority of homicide victims were males between ages 15-34, reflecting their active participation in the economy and conflicts, though rates remain high compared to other Latin American countries.

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Germán Londoño

Fantasmas Colombianos navegando en un río de sangre, 1998

LESIONES
INFLIGIDAS POR OTROS
Luis Caballero
Sin título, 1991

HOMICIDIOS
Homicide
In the environment of daily life’s social relations, homicide dynamics are more linked to intentional actions and the
development of criminal structures than to spontaneous behavior and cohabitation problems. The planned schemes
perceived behind criminal motives (as it can be seen in robberies, holdups, the settlement of scores, social intolerance
and armed confrontations), as well as concealment strategies where anonymity is secured by choosing public roads,
streets and waste lands to perpetrate violent acts, are sufficient evidence to refute the likelihood of spontaneity in
these actions. But what attracts more attention is the continuous presence of three elements in the different sources
of violence: 1).- There is a topographical coincidence for homicide in the constancy or continuity of both the places
where these focal points are located and the geographical references of the specific strategies deployed by the
various illegal organizations such as drug-traffickers, guerrillas, private-security groups, the paramilitary or the so-
called self-defense groups, as well as mobs and other kinds of gangs.
2).- The settings of these sources are always those where major dynamic economic processes, money flows and
production activities (oil, coffee, poppy, coca, banana, gold, emeralds…) are concentrated.
3).- These sources are strategic and neuralgic points for both the different kinds of economic trade, commodity
exports, and the mobility of the various organized actors either in armed confrontation or developing illicit activities.
There are too many coincidences here for us to think that the practice of violence is spontaneous or it just happens
by sheer chance.
The parallel effects of dynamic economic processes like “booms” (“bonanzas”) are connected with geographical
mobility, population transhumance and widespread anarchic-inversion patterns leading to social disorganization;
this is evident in the characteristic uprooting, transience, instrumentality, suspicion and mutual distrust seen in so-
cial relations, which helps trigger and spread other intertwined confrontation strategies among the organized actors.
But not only individual relations are affected and conflicts created: these effects are extended as to help create new
actors and factors as delinquency, common offenders using holdups and robbery as a means to, at least, keep a
part of the floating resources.
There is a connection between disorganized and organized manifestations of violence, either spontaneous or
planned, wherever the geographical environment of settlements of scores, holdups, fights, scuffles and other conflicts
overlaps and organized crime reinforces or supports disorganized criminal behavior.
In the exposure deriving from a strife where the enemy’s profile can be associated to the leading actors of organized
violence (the members of a mob,, gang or criminal organization), the lethal nature of this confrontation results from
the instruments (such as firearms, sharp weapons or even explosives) that may be available to the adversaries,
both the attacker and the potential victim, as part of their fighting strategies in these geographical areas. It is not
unusual to find that new struggling methods are taking shape even among members of illegal organizations living in
an atmosphere of great internal and external tension, as well as in their occasional encounters and incidental relations
with other forces and common citizens on a given geographical scenery.
L a violencia es un medio no legítimo basado en la amenaza o el uso
efectivo de la fuerza física sobre la integridad de otro en contra de su vo-
luntad y que es empleada con el propósito de alterar la correlación de
fuerzas en un conflicto en el que participan dos o más actores, orientados
por la afirmación o subversión de una norma, un pacto o simplemente, la
posesión de un objeto.

Las consecuencias del empleo de la violencia oscilan entre la causación o no


de lesiones contra la integridad física y entre éstas se diferencian aquellas fa-
tales (muertes, homicidios) y no fatales (lesiones personales –relaciones en-
tre particulares no organizados en la esfera pública–) una y otra dependen
de los recursos instrumentales y la intencionalidad del victimario.

Para este análisis se define homicidio como toda acción intencional pro-
vocada por otro(s), que causa la muerte de una persona. No están inclui-
das en esta definición los homicidios culposos (accidentes de tránsito).

Durante 1999 se presentaron 23.209 homicidios en Colombia, es decir,


un 5% (1.027) más que en 1998. Este crecimiento, sin embargo, no alte-
ra de manera significativa la tendencia decreciente, en términos absolutos
y relativos, de los homicidios en los años 90. En cifras absolutas, los homi-
cidios de 1999 son inferiores a los 24.256 de 1997, 25.921 de 1996 y
28.260 en 1991, en cifras relativas, los 55 homicidios por cada cien mil
habitantes en 1999 superan levemente a los 54 de 1998, y resultan con-
siderablemente inferiores a los 65 de 1996, 60 de 1997 y 84 de 1991.

Pero ese comportamiento de la curva de homicidios esconde dos realida-


des opuestas, una es el decrecimiento acelerado, más acentuado que el tes escenarios de violencia. Igualmente
nacional, de los casos en los focos de homicidios de la década de los 80, y hay que anotar que paralelo a la dismi-
por el otro lado, la emergencia de nuevos escenarios de violencia que nución de homicidios se produce un
fueron regiones pacíficas en el pasado y contrarresta el impacto de decre- crecimiento acelerado de otros
cimiento de los focos de homicidios de la década anterior. Eso significa que indicadores de violencia como los se-
si bien determinados actores y factores se han transformado o han sido cuestros y las acciones bélicas.
neutralizados, hay una emergencia de nuevos procesos y dinámicas que
se están gestando bajo la sombra de esa tendencia decreciente, con el ries- Pese a lo anterior, las tasas de homicidios
go de que en un momento dado la “nueva” violencia supere los efectos continúan siendo desbordadas si se las
de reducción de los factores anteriores y marque un nuevo crecimiento compara con las de otros países conside-
de la curva. No es ninguna contradicción, como afirma Rubio y Uprimy, que rados como violentos en el contexto
el conflicto armado se intensifique mientras los homicidios bajan, lo que más continental, como El Salvador (25 por
bien sucede es que esa intensificación encarna la tendencia creciente que 100.000 habitantes), México (17 por
contrarresta el ritmo de decrecimiento de los homicidios y la propia inesta- 100.000 habitantes), Brasil (17 por
bilidad de su curva, pues de hecho, la geografía del conflicto armado y de 100.000 habitantes) y recientemente
confrontación territorial, tiende a coincidir con la geografía de los emergen- Venezuela (15 por 100.000 habitantes).1
1
Organización Panamericana de la Salud OPS Programa de Análisis de Situación de Salud en las Américas.
Indicadores Básicos. 1997.
Distribución según Edad y Género

Las principales víctimas de homicidios fueron los hombres con un


93% de los casos. Jóvenes entre los 15 y 24 años (34%) seguido de
los adultos entre los 25 y 34 años (31%). Los mayores de 60 años
abarcan un 3% de los homicidios y los niños menores de 14 años
se constituyen en víctimas en un 2% de los casos.
Hombres: 93%
Mujeres: 7% La violencia homicida se focaliza en los hombres jóvenes y adultos
los cuales se constituyen en el grupo de edad de mayor dinamismo
y movilidad, dada su participación activa en los procesos de migra-
Victimas Homicidios ción y colonización, bien por desplazamiento voluntario o forzoso,
por la diversificación de roles que se derivan de las densas redes de
relaciones que se construyen a su alrededor y, por su participación
en escenarios alternativos de sociabilidad como la calle.

250 Tasa de homicidios según edad y género.


La tendencia decreciente Colombia, 1999
de la tasa de homicidios
ha llegado a ubicarla hoy 200
en día en niveles
Tasa por 100.000 habitantes

similares a aquellos que


precedieron la explosión
de la violencia desde 150
mediados de los años 80
y que alcanzó su mayor
expresión en 1991. 100

50

0
Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML y CF

Casos Tasa

Hom <5
bre
Muje s 5-1
res 3 4
Tota 15 -
Hom l 1 4 24
bre
Muje s 2 2 189 25 -
34
res 70 3 35 -
Tota 12 198 44
l 31 206 98 45 -
11 168 59
101 80 7.42
8 101 12 60 Y
286 497 106 M AS
6.79 88
Nota 7. 92 6 8 48 TOT
: En 5 424 AL
el to 4. 07 56
tal e
stán 7.22 2 4
inclu 0 316 105
idos Grup 2.172 25
los c
asos o de 4.38 174 8
sin e
dad.
Edad 8 657
56
2.34 64 21.5
6 99
721 1.61
0
23. 2
09

24
Distribución según Mecanismo Causal Recorriendo
la medicina legal y
El principal mecanismo para propiciar el homicidio fue el arma de las ciencias
fuego (84%), seguido por el mecanismo cortopunzante (11%). El forenses
85% de los hombres fueron asesinados con armas de fuego, y con
mecanismo cortopunzante un 10%; mientras las mujeres son asesi-
nadas en un 75% de los casos con armas de fuego y en un 14% con
mecanismo cortopunzante. Como bien dice una
potente tradición zubiriana
es el ser humano un animal
de posibilidades,
un husmeador de nuevos caminos,
Homicidios por género, según mecanismo causal.
un sabueso de salidas ingeniosas.
Colombia, 1999
Sobre todo cuando la imperiosa
necesidad se muestra en todo su
Arma de fuego 85% esplendor y cambiamos el apotegma
n=18.351 es necesario pero imposible,
por otro mucho menos perezoso,
mucho más diligente:
Otros mecanismos 3%
n=676 “lo que es necesario, es posible y
tiene que hacerse real”.
Mecanismo contundente 1% …Esta es la apuesta por la libertad
n=306 frente a la esclavitud,
la opción por la luz que vuelve
Mecanismo cortopunzante 10% la espalda a las sombras.
n=2.266
Hombres: 21.599 Adela Cortina.
Hasta un pueblo de demonios.

Arma de fuego 75% Otros mecanismos 9%


n=1.202 n=146

Mecanismo contundente 3%
n=44

Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML y CF


Mecanismo cortopunzante 14%
n=218

Mujeres: 1.610

El énfasis en las armas de fuego como


mecanismo de lesión, dada su letalidad,
hace evidente la intención de eliminar al
adversario. El uso de éstas puede tener o
no relación directa con el crecimiento o la
disminución de las tasas de homicidios,
ya que el contexto sociocultural en
ocasiones estimula su empleo.
ILUST. 1

25
Mecanismo cortante: Es el elemento que tiene solamente filo. Las
heridas que produce son mayores en longitud que en profundidad.

Mecanismo cortopunzante: Elemento que posee punta y filo, (un


lomo y un filo), que clásicamente deja una herida ¨en pececito¨ con un
borde y un ángulo romo.

Mecanismo contundente: Instrumento de masa, que produce


equimosis y/o edema (morados, hinchazón) sin generar una herida
exterior.

Mecanismo cortocontundente: Elemento que combina filo y masa,


produce heridas de bordes nítidos y regulares con edema (hinchazón
blanda) y equímosis (manchas negras, moradas o amarillas en la piel)
alrededor de la lesión.

Arma de fuego: Elemento que al ser activado por un tercero, dispara


proyectiles accionados por la deflagración de la pólvora. (Puede ser de
carga única o múltiple).

Homicidios y lesiones personales, según presunto móvil.


Colombia, 1999

19%
Riña

75%
Ajuste de cuentas
y/o venganzas 32%
5%

Atraco
17%
9%
Enfrentamiento
armado
Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML y CF

10%
0,4%
Intolerancia Homicidios
social 5% Lesiones personales
0,1%
Intervención
legal 1%

Violencia 4%
intrafamiliar 2%

Otros móviles 15%


6%

0% 20% 40% 60% 70%

Porcentaje de Casos

26
Distribución según Presunto Móvil La historia de la medicina legal
no es otra que la de la humani-
dad, llena de retos, esfuerzos,
circunstancias propicias y apa-
Se pudo establecer el presunto móvil de los homicidios en el 44% tías, mediada por hechos políticos
(10.138) de los casos, en los cuales se destaca el ajuste de cuentas y, a pesar de lo absurdo que pue-
da parecer, con un compromiso
(32%), las riñas (19%), los atracos (17%) y el enfrentamiento armado
cada vez mayor con la vida.
(10%). Otros móviles como la intolerancia social concentran un 5%
de los casos identificados, intervención legal 1% y otros móviles 15%. El desarrollo de la medicina legal
ha ido de la mano de las limita-
ciones o avances que ha tenido el
Por su parte, las riñas constituyen un móvil que denota espontanei-
hombre, dando respuestas y apo-
dad en el uso de violencia, pues está referido a conflictos esporádi- yando a la puesta en práctica de
cos. Sin embargo, un factor de diferenciación en las riñas reside en medidas normativas, proteccio-
que en unos casos la víctima y el agresor se conocen y en otros no, nistas y hoy en día, en el caso
colombiano, preventivas, para
característica que condiciona la espontaneidad en el uso de violencia si
evitar las muertes violentas y las
se tiene en cuenta que en el caso de que haya conocimiento, el con- lesiones en los individuos que
flicto puede convertirse en el medio de expresión de una hostilidad conforman la sociedad.
acumulada, mientras en el otro expresa un ejercicio de intolerancia en
Cada acción violenta sobre un
una situación de conflicto esporádica. Un factor adicional a la esponta-
hombre o mujer es la violación
neidad de las riñas, reside en el hecho de que éstas puedan constituir- flagrante de sus derechos funda-
se en el enmascaramiento de un atraco o un ajuste de cuentas. mentales que repercute de una
manera particular en su grupo
familiar y social; es por esta ra-
Móviles como el enfrentamiento armado, atracos, ajuste de cuentas
zón que la medicina legal colom-
e intolerancia social alcanzan el 64% de los casos, en contraste con biana hoy más que nunca, se ocu-
móviles en donde ese recurso se considera espontáneo o rutinario pa de revisar los fenómenos vio-
como las riñas y el maltrato infantil, conyugal e intrafamiliar, que re- lentos en los cuales fallecen o son
lesionadas las personas, e intenta
presentan el 21% de los casos.
dar alternativas de convivencia
que favorezcan la vida y los dere-
La no identificación del móvil en el 56% de los homicidios, a la vez chos fundamentales.
que se constituye en una limitación para el alcance de la interpreta-
La medicina legal y las ciencias
ción sobre violencia homicida, puede ser la expresión de estrategias
forenses son universos que han
de ocultamiento de los victimarios interesados en el afianzamiento sido mitificados por relacionarse
del misterio alrededor de los homicidios. Ese misterio que consiste directamente con el fenómeno de

ILUST. 2 Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML y CF

La característica común del ajuste de cuentas, la intolerancia


social (violencia contra grupos sociales vulnerables y
marginados) y el atraco, corresponde la planeación en el uso
de violencia. Esa planeación tiene una particularidad para los
casos de ajuste de cuentas y para algunos de intolerancia
social: la existencia previa de relaciones y conflictos entre la
víctima y el victimario; mientras que en el atraco no es
necesaria esa relación previa.

27
en el desconocimiento y oscurecimiento de las relaciones, actores y
conflictos detrás del acto de violencia, se extiende cuando se identi-
fican los lugares predominantes del hecho, la relación víctima-agre-
sor y las especificidades de los escenarios sociales en que se producen
esas manifestaciones de violencia.

Igualmente, los móviles que involucran planificación en el uso de vio-


lencia se correlacionan con el perfil de las víctimas según su edad,
pues los jóvenes entre 15 y 24 años son asesinados debido a ajuste
de cuentas y riñas principalmente, los adultos entre 25 y 34 años
mueren principalmente por ajuste de cuentas, móvil que duplica otros
como las riñas y atracos. Por su parte, los niños menores de 14 años
fallecen por maltrato infantil y las víctimas mayores de 60 años por
atracos. Esta distribución destaca el grado de indefensión y riesgo de
victimización de los niños y ancianos en las interacciones violentas con
sus agresores.

Los móviles hacen específicas las dinámicas de violencia, permitien-


do caracterizar los conflictos, circunstancias, lógicas y objetos de con-
frontación detrás de los homicidios, identificando los tipos de
relaciones en que se envuelven sus víctimas y victimarios y que son
más propensas a un uso de violencia cuya consecuencia sea la elimi-
nación física del otro. Con los móviles se identifican las modalidades
de violencia dada la diferenciación de relaciones, contenidos y obje-
tos de conflicto. Pues si la planeación es el factor común en la mayo-
ría de los actos de violencia, la diferenciación de móviles permite
reconocer que no se trata de una ni de la misma violencia, sino más
bien de diversas modalidades.

Las relaciones entre organizaciones ilegales pueden estar vincula-


das con lógicas económicas, donde la violencia se constituye en
recurso estratégico para la consolidación de normas y pactos en el
mercado ilegal, el cual produce ganancias derivadas especialmente
Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML y CF

La violencia homicida en
Colombia analizada desde
la perspectiva del móvil,
supone predominio de la
planeación.

28
de los procesos de producción, comercialización y distribución de
bienes ilícitos como drogas y armas. Esa es una relación diferenciada
de aquella entre organizaciones ilegales y particulares, corresponde
a expresiones de delincuencia que buscan la apropiación de exce-
dentes producidos por la sociedad y sus recursos flotantes. Esa lógi-
ca económica se diferencia de otras como aquellas del control
territorial que constituyen la expresión más clara del conflicto arma-
do y no sólo incluye las confrontaciones entre organizaciones, sino
actos de violencia contra particulares y civiles con el propósito de
consolidar adhesiones. Un último tipo de relación es aquella
interpersonal, la cual se establece con diferentes actores en el cum-
plimiento de diversos roles en la vida pública.
ILUST. 3

la muerte, la evidencia que es el


cadáver y las circunstancias que
conllevaron al suceso, y que en la
mayoría de las situaciones están
asociados a hechos violentos. Es-
tas imágenes se han convertido en
el referente general de este queha-
cer, dejando de lado acciones y
logros trascendentales para la
vida, así como su valor real en el
La comisión gubernamental de estudios sobre la mundo actual.
violencia (1987) había identificado diez formas de
violencia derivada de actores, relaciones y lógicas. A través del tiempo la muerte ha
Esas relaciones pueden agruparse en cuatro convocado la emoción humana
categorías, así: que varía intensamente según la
naturaleza del ser que muere y las
1. Relaciones entre organizaciones ilegales. condiciones en que ocurre el he-
2. Relaciones entre organizaciones ilegales y
cho. Esta situación genera un am-
particulares.
plio espectro de creencias, mitos
3. Relaciones entre organizaciones ilegales y
aquellas legales. y ritos sociales que son proyecta-
4. Relaciones entre particulares no organizados en dos al mundo a través del pensa-
su vida pública como privada. miento, el sentimiento y la ac-
ción, las cuales a su vez son regu-

Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML y CF


lados y limitados en el tiempo por
los grupos humanos.

De esto da cuenta la historia de la


medicina legal, que nos remonta a
la Mesopotamia de varios siglos
antes de Cristo, en donde el Códi-
go Hammurabi dedica tres capítu-
los a los aspectos médicos legales,
regulando, entre otras cosas, el
ejercicio de los dedicados al arte
de curar.

En el antiguo Egipto se imponían


penas por ocasionar lesiones,
aborto y homicidio; la mala prác-
29
Distribución según Presunto Agresor

La relación víctima-victimario se pudo establecer en el 54% de los


homicidios, de las cuales se destaca con el 75% de los casos, aque-
lla en la cual las víctimas no conocían o no tenían relación alguna con
su victimario, seguida de la que implica el conocimiento del victima-
rio, condición que abarca el 16% (2.044) de los casos.

Homicidios según presunto agresor.


Colombia, 1999

Desconocido 75%
Conocido 16%

En un 3% (322) de los casos, el


agresor es identificado como Familiar 3%
familiar de la víctima.
Fuerza pública 6%

El peso de los casos en los cuales la víctima no conocía o no tenía


relación con su victimario puede constituir un indicio de ocultamien-
to, expresión de la racionalidad y planificación en el acto de violen-
cia, el cual puede obedecer a la profesionalización de ésta, en un
doble sentido: El primero es cuando el victimario es un delincuente,
no tiene relaciones de conflicto previas con la víctima y lo menos
importante en el uso de violencia es la identidad de esa víctima, cuan-
do el propósito es la obtención de un objeto que se encuentra bajo
su posesión. En un segundo sentido, es cuando la relación entre víc-
Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML y CF

tima y victimario está mediada por un tercero, lo cual se refiere a los


casos en los cuales se contrata a agentes que sin tener relación con
la víctima, ejecutan el acto violento en virtud de un acuerdo de inte-
reses con el victimario intelectual, es decir, quien sí sostiene una re-
lación de conflicto con la víctima.

En otros casos, los familiares o conocidos de la víctima, aunque presu-


ponen la identidad del victimario, no hacen expresa esa identificación
y ocultan la procedencia de los conflictos y relaciones que están tras el
acto de violencia, bien por las presiones y amenazas que hace el victi-
mario, por la vinculación de la víctima con actividades ilícitas, o bien
como estrategia para no dejar indicios en actos de violencia posterio-
res que constituyan retaliaciones frente al evento en mención.
30
Distribución según Lugar de los Hechos tica médica era de igual manera
sancionada, en la India y el cau-
sante de lesiones era castigado
1
con mutilación.
Se pudo establecer el escenario de los hechos en el 93% de los
casos (21.489); sobresaliendo la vía pública con un 61% de los Hacia el siglo III a.c., Herófilo y
Erasístrato en Alejandría, realizan
casos identificados, el baldío con un 11% y el sitio de residencia
la primera autopsia o examen
con un 10%. Ocupando posiciones secundarias aparecen las ta- post mortem de un cadáver. En
bernas y otros sitios de diversión, los cuales abarca un 6% de los ese entonces, al parecer, las
casos. disecciones tenían por objeto el
estudio de la enfermedad más no
el examen de víctimas de homici-
El desconocimiento del agresor y la ocurrencia de los hechos en la dio, situación que no se posterga-
vía pública y el baldío permiten reconocer el carácter rutinario y es- ría por mucho tiempo, ante el
porádico de la violencia, expresión de intolerancia frente a cualquier crecimiento, complejización cul-
tural, social y política de los gru-
conflicto esporádico en la cotidianidad y en las relaciones con extra-
pos humanos, en los que las cau-
ños. Sin embargo, esa interpretación de la violencia desde las varia- sas de muerte se convertirían
bles indicadas, se altera cuando se las relaciona con móviles como el poco a poco en evidencias con-
ajuste de cuentas, atraco, intolerancia social y aquellos que implican tundentes para enfrentar la enfer-
medad o una acusación de homi-
planeación en el uso de violencia. Esa relación permite vincular la
cidio o agresión.
difusión de la vía pública y el desconocimiento del victimario, con las
estrategias de ocultamiento desplegadas por éste, que se extienden Una primer descripción histórica
hasta los orígenes y móviles del acto de violencia. Las estrategias de sobre un homicidio la hace el ro-
mano Antistio, de quien se dice
enfrentamiento desplegadas por las víctimas ante los atracos y las ri-
que hizo un rudimentario examen
ñas pueden incidir en la letalidad de la lesión que inflija el victimario. del cadáver de Julio Cesar. Obser-
vó 23 heridas de puñal y anunció
Sin embargo, esa ocurrencia generalizada de los hechos en el espa- que solamente una –que atravesa-
2
ba el corazón– había sido fatal.
cio público conlleva varias implicaciones respecto a las posibilidades,
costos y riesgos en el uso de violencia. Pues lo importante de los La Era cristiana empieza sus
lugares públicos reside en la potenciación de las posibilidades de in- avances en medicina legal con
tervención de terceros, el aumento de la exposición de los victimarios Galeno, quien fue el primero en
relacionar los síntomas externos
y el incremento en costos y riesgos en el uso de la violencia. Sin
de un paciente con los signos in-
embargo, la contradicción que supone este uso de la violencia en ternos del cuerpo después de la
espacios de mayor exposición al riesgo, sólo puede indicar muerte. Hacia el 1284, en China,
se crea un tratado denominado Si
Yuan Lu, en el que se detallaban

Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML y CF

ILUST. 4
La espontaneidad y accidentalidad de la
violencia producto de factores
precipitantes como el alcohol y
alucinógenos, puede ser cuestionada
cuando se observa la baja participación
de los sitios de diversión y tabernas
como escenarios de los homicidios y el
bajo peso relativo de las riñas a las
cuales suele vincularse.

31
alteraciones en esos escenarios que transforman esas dificultades en
posibilidades. Esos cambios que amplían el uso de violencia y dismi-
nuyen sus riesgos, tienen dos fundamentos esenciales:

1. Privatización del espacio público por parte de los victimarios, crea-


ción de escenarios y “territorios del miedo” en lo público, parali-
zando con ello la intervención de los terceros.
2. Indiferencia y neutralidad negativa en la no intervención de ter-
ceros, producto de una conciencia colectiva que mediante la cos-
tumbre, ha llegado hasta la banalización de los homicidios y la
muerte. El anonimato y el aislamiento de los terceros en relación
con situaciones de violencia, expresan el contraste entre la cer-
canía física y el alejamiento social, condición fundamental en la
aparente minimización de los costos de la violencia.

Homicidios y lesiones personales, según lugar de los hechos.


Colombia, 1999

Residencia 10%

20%
Vehículo
3%
2%

Vía pública 61%


56%
Taberna, bar 4%

8%
Otro sitio de diversión 2%

5%
Sitio de trabajo Homicidios
3%
Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML y CF

5% Lesiones personales

Baldío
11%
1%
Otros sitios*
5%
3%

0 10 20 30 40 50 60 70

Porcentaje de Casos

* Lugar de reclusión, hogares geriatricos, sitios de estudio, centros médicos, etc

32
Distribución según Mes

En 1999 se realizó un promedio mensual de 1.935 necropsias por


homicidios, las cuales equivalen a 65 homicidios por día y 3 muertes
cada hora. La mayor cantidad de casos se presentó en los meses de
diciembre (2.229), mayo (2.069), junio (2.048) y octubre (2.033).
Esos mismos meses son los más violentos del año en escenarios
como Valle del Cauca, Risaralda, Quindío, Caldas y Antioquia y es-
tán relacionados con las épocas altas de cosechas cafeteras.

Homicidios según mes.


Colombia, 1998-1999

2.500

2.000
Número de casos

1.500

1.000

500

0
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic Promedio

Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML y CF


1998 1.830 1.801 2.037 1.689 1.786 1.692 1.833 1.971 1.720 1.783 2.024 2.016 1.848
1999 1.856 1.609 1.896 1.748 2.069 2.048 1.949 1.947 1.834 2.033 1.991 2.229 1.934

Mes

33
Distribución Geográfica

En 1999, los departamentos que presentaron una mayor cantidad


de casos de homicidios fueron Antioquia (6.355), Valle del Cauca
(4.003), Risaralda (1.024), Norte de Santander (933), Caldas (891),
Santander (826) y el Distrito Capital de Santa Fe de Bogotá (2.600).
Ello sugiere un patrón de concentración geográfica abarcando un 72%
(16.612) de los casos.

Es indispensable identificar si existe una correspondencia entre la


concentración de casos y las tasas de homicidios por cada 100.000
habitantes en los lugares donde ocurrieron. Los escenarios de vio-
lencia homicida pueden agruparse en tres categorías según la rela-
ción entre sus tasas y la tasa nacional de homicidios ubicada en 56
por 100.000 habitantes.

• La primera categoría incluye a los departamentos denominados


”muy violentos”, pues su tasa de homicidios es el doble de la na-
cional, como Arauca (121), Antioquia (119) y Risaralda (111).

• La segunda categoría abarca los departamentos denominados “vio-


En 1998 se produjeron 15.351 lentos”, ya que su tasa supera, aunque no en el doble, a la tasa na-
homicidios en esos espacios, es
cional, siendo esos escenarios: Valle del Cauca (99), Caldas (80),
decir, 1.261 menos que aquellos
registrados en 1999. Pese a esa Norte de Santander (71), Meta (71), Casanare (64) y Caquetá (64).
concentración de casos, en términos
absolutos, si se comparan los
homicidios registrados con el
• En el tercer grupo aparecen los departamentos menos violentos
número de habitantes de cada e incluso pacíficos, pues su tasa es inferior a la nacional, e incluye
población, se descubren nuevos a escenarios como Nariño (22), Bolívar (21), Sucre (21), Boyacá
escenarios de violencia.
(16), Córdoba (13), Choco (10), San Andrés (7) y Amazonas (7).

Esa concentración espacial de los homicidios, según Rubio, va con-


tra el diagnóstico de una violencia rutinaria, espontánea y de intole-
Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML y CF

rancia que, casi por definición, debería estar repetida de manera


uniforme en el territorio nacional.2 Pero los focos departamentales
de violencia no suponen que los homicidios se distribuyan de forma
uniforme en su espacio, sino que también están concentrados en
focos internos específicos. La continuidad geográfica y sociohistórica
de esos focos con aquellos de otros departamentos, permiten la
constitución de regiones de violencia, siendo destacados el Magda-
lena Medio que integra municipios de Antioquia, Santander, Caldas,
Boyacá, Bolívar, Cundinamarca, Cesar; y el piedemonte llanero, cons-
tituido por Boyacá, Casanare, Cundinamarca y Meta.

2
Rubio, Mauricio. Crimen con Misterio. Documento de Trabajo CEDE. Universidad de los Andes. 1998.

34
Si los homicidios están concentrados en focos, los victimarios y su los métodos para examinar a las
víctimas de asesinato y asaltos,
actividad también lo están, es decir, que hay focos específicos en los
con miras a presentar cargos cri-
cuales se aumenta el riesgo de victimización de los ciudadanos y las minales contra los responsables.
posibilidades de desempeño exitoso del rol del victimario. Pese a ello,
no es posible asegurar que por cada víctima existe un victimario, Como muchos de los tratados de
aquella época su contenido poseía
hacerlo sería desconocer el peso del uso continuado de violencia por
grandes dosis de magia y especu-
parte de determinadas organizaciones ilegales y agentes individuales lación, pero, aún así, describe
con presencia en esos focos, cuyo modus operandi ha sido identifi- métodos para establecer la muerte
cado a través de los patrones de lesión en las víctimas. por ahogamiento, estrangulación
y recoge el hecho de que el cuer-
po debe ser examinado con cuida-
El análisis específico de la información muestra que 79 municipios con do en el escenario del crimen, al
puntos de atención del INML y CF, es decir, el 64% de los escenarios mismo tiempo que en los alrede-
3
en donde hay presencia institucional y se recopila información directa dores de éste. Esta acotación que
parece obvia, no se tenía en cuen-
sobre homicidios, superan la tasa nacional (56 por 100.000 habitan-
ta con frecuencia, llegando a ser
tes). Esos puntos concentran un 64% (14.912) de los homicidios ocu- determinante en el momento de
rridos en 1999; situación que se extendería hasta el 76% de los casos definir culpables.
(17.550), si se agregara la información indirecta (2.638), la cual provie-
En Europa los tribunales del norte
ne de los municipios ubicados en el área de influencia de la unidad local.
de Italia nombraron por vez pri-
mera a expertos médicos para que
De esos municipios, sólo 13 son ciudades capitales y de éstas sólo 3 les asesorarán en muertes por
(Medellín, Yopal y Arauca) aparecen dentro de los 30 municipios con envenenamiento. Este asesora-
miento sería sólo el comienzo de
mayor índice de violencia en Colombia, lo cual sugiere que los
muchas alianzas exitosas entre
asentamientos urbanos no son los más afectados. Por encima de la diferentes saberes que buscaban
tasa de homicidios de Arauca, centro urbano más violento de Co- un sólo objetivo: Establecer las
lombia, se encuentran municipios como Granada (Meta), Aguazul
(Casanare), La Virginia (Risaralda), Apartadó, Puerto Berrío, Barbosa ILUST. 5
y Chigorodó (Antioquia), Roldanillo (Valle del Cauca). Esta caracte-
rística permitiría desvirtuar aquella afirmación sobre los homicidios y
sus escenarios, según la cual “más que las del monte, son las de la
calle, las violencias que nos están matando”.3

Los focos regionales de violencia homicida

Los 79 municipios “violentos” se agrupan alrededor de 22 regiones, Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML y CF

varias de las cuales mantienen continuidad geográfica. Esas regiones son:


área industrial de Cali y norte del Valle; Urabá, occidente, sudoeste,
norte, Valle del Aburrá y oriente antioqueño; Magdalena Medio
(Santander, Antioquía, Cesar, Bolívar, Boyacá y Caldas); Catatumbo y
Cúcuta, occidente de Caldas; sur de Risaralda; sur del Cesar; Arauca;
piedemonte Casanareño; Ariari y piedemonte llanero (Meta); norte
del Tolima; sur de la Guajira; bota Caucana y norte del Cauca; sur del
Huila y occidente de Cundinamarca (Provincia del Gualivá).

3
Comisión Gubernamental para el Estudio de la Violencia Colombia: Violencia y Democracia. Colciencias, Santa
Fe de Bogotá, 1987.

35
Tasa de homicidios por departamentos.
Colombia, 1999

76º Oc 72º Oc 68º Oc


81º42´
MAR
CARIBE 12º N
13º23´

GUAJIRA
SAN
ANDRÉS
81º22´

12º32´
ATLÁNTICO
MAGDALENA

SUCRE CESAR

PANAMÁ VENEZUELA
CÓRDOBA
NORTE DE
BOLÍVAR SANTANDER
8º N

ARAUCA
SANTANDER

ANTIOQUIA

OCÉANO CHOCÓ BOYACÁ


CASANARE
PACÍFICO RISARALDA CALDAS

3º59´ VICHADA
CUNDINAMARCA
QUINDIO
81º35´

4º N
VALLE DEL CAUCA TOLIMA

META

HUILA GUAINÍA

CAUCA

GUAVIARE

NARIÑO

CAQUETÁ VAUPÉS

ECUADOR PUTUMAYO
Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML y CF

ECUADOR

Tasa por 100.000 habitantes

6 - 22 BRASIL
23 - 40 AMAZONAS

41 - 64

65 - 117 N
Sin información
PERÚ
ESCALA GRÁFICA

0 Km 100 200

4º S

36
Focos regionales de homicidios.
Colombia, 1999

76º Oc 72º Oc 68º Oc


81º42´
MAR GUAJIRA
CARIBE 12º N
13º23´

SAN
ANDRÉS
81º22´
21
12º32´
ATLÁNTICO
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PANAMÁ VENEZUELA
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14
BOLÍVAR
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CÓRDOBA
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Río San

SANTANDER 8º N
11
12 CA 13 Rí o
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15 SANTANDER
ANTIOQUIA 7 ARAUCA
Río Casanare
8
OCÉANO CHOCÓ
17 16

o Atrat BOYACÁ CASANARE
o

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5 10 4CUNDINAMARCA
Río San

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3 QUINDÍO
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81º35´
ENA

VALLE DEL CAUCA 4º N


TOLIMA
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META
1
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9
RÍO

Río Guaviare
19 HUILA GUAINÍA

CAUCA

Río Patí
22 18 GUAVIARE
a

Río NARIÑO
Mi
ra
Río Vaupés
Río C
a gu

n CAQUETÁ VAUPÉS
á

PUTUMAYO

Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML y CF


Río ECUADOR
Apa
REGION pori
s
ECUADOR 1
2
Area industrial de Cali
Piedemonte Casanareño
3 Norte del Valle
BRASIL
RÍO RÍO C
4 Occidente de Cundinamarca
PU AQUE

5 Sur de Risaralda
TU

6 Occidente de Caldas
MA

7 Arauca (Sarare)
YO

AMAZONAS
8 Valle de Aburra
9 Piedemonte Llanero y Ariari
10 Norte del Tolima
11 Bajo Cauca Antioqueño

PERÚ
12 Urabá
13 Magdalena Medio
14 Catatumbo
15 Occidente Antioqueño
16 Oriente Antioqueño
17 Suroeste Antioqueño
18 Sur del Huila 4º S
19 Norte del Cauca
20 Sur de Cesar
21 Sur de la Guajira
22 Bota Caucana
23 Norte Antioqueño 37
Varias de esas regiones cuentan con una presencia estratégica de uni-
dades locales del INML y CF; la continuidad geográfica de éstas y los
índices de violencia registrados, se constituyen en uno de los meca-
nismos en la identificación de focos regionales de violencia. Otro me-
canismo es la particular concentración de información indirecta
(homicidios en municipios ubicados en el área de influencia) en deter-
minadas unidades locales y que al ser correlacionada con la población
del área, pone de manifiesto el elevado índice de violencia regional. Este
último caso es particularmente significativo en el occidente, sudoeste,
oriente y norte antioqueño; norte del Cauca y bota caucana; norte del
Valle y sur de Risaralda; Ariari; Arauca; Urabá y norte del Tolima.

La continuidad geográfica entre varios de esos focos permiten iden-


tificar cinco bloques regionales:
1. Area Industrial de Cali, norte del Valle, sur de Risaralda y occidente
de Caldas.
La planeación y el ocultamiento 2. Urabá antioqueño, occidente, norte, oriente y suroeste
en el perfil de la violencia antioqueño, valle del Aburrá, Magdalena Medio, sur del Cesar y
homicida, coinciden con una
particular y acentuada influencia Catatumbo.
regional de organizaciones 3. Arauca, piedemonte casanareño, piedemonte llanero y Ariari.
ilegales del narcotráfico. Su 4. Norte del Tolima y occidente de Cundinamarca.
presencia se pone de manifiesto
mediante la constitución de 5. Bota caucana y sur del Huila.
grupos de justicia privada,
laboratorios para el
procesamiento de sustancias
El bloque integrado por el norte del Valle, sur de Risaralda y occidente
ilícitas y compra masiva de de Caldas, configuran el Corredor occidental de la violencia homicida.
tierras por parte de los Las bonanzas inducidas por los cultivos de café y amapola se combi-
narcotraficantes.4
nan con la presencia de laboratorios para el procesamiento de sustan-
cias ilícitas y compra masiva de tierras como factores constitutivos del
accionar estratégico de las organizaciones ilegales del narcotráfico. Esos
factores y actores, constituyen el fondo en la alimentación y expansión
de las dinámicas regionales de violencia homicida.

Los efectos de las bonanzas legales se extienden hasta las ilegales en


estos escenarios sociales, pero la novedad reside en la influencia de
Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML y CF

las organizaciones ilegales del narcotráfico, en detrimento de otros


actores y lógicas de conflicto. La violencia asume una doble deter-
minación, pues en primer lugar, se constituye en un recurso que per-
mite la regulación de las relaciones entre los diversos actores, el
cumplimiento de los pactos y las depuraciones internas ante los di-
lemas de desconfianza y control de información, propios de estas
organizaciones. Igualmente acelera el proceso de inversión en la
economía legal de aquellas ganancias del negocio ilícito, situación

4
Base de datos Agentes e Indicadores de Violencia en Colombia 1987-1998. Oficina del Alto Comisionado para la
Paz. Observatorio de Violencia.

38
manifiesta en las presiones ejercidas cuando se trata de la compra
de tierras. Pero la segunda determinación reside en el hecho de que
esa presencia del narcotráfico genera procesos masivos de inmigra-
ción, hace emerger nuevos actores, nuevas relaciones y regulaciones,
que por el desarraigo y ausencia de patrones colectivos de conviven-
cia, privilegian el uso privado de la violencia ante cualquier conflicto que
surja. Esos nuevos actores vinculados a la ilegalidad, pueden envolver-
se en conflictos interpersonales con otros actores legales, en situacio-
nes ocasionales o no y con el uso de violencia homicida en su desenlace.

A la sombra pueden emerger actores organizados o no, vinculados


con prácticas delincuenciales, cuyo propósito es la participación en
los excedentes y recursos flotantes en las economías locales.

En ese corredor de violencia converge una triple particularidad:


1. Penetración e influencia del narcotráfico consolidada por el derrum- ILUST. 6

bamiento de la economía cafetera. 2. Procesos de inmigración, alte-


ración de las relaciones sociales, los contenidos de los conflictos y los causas y correspondientes respon-
sables de acciones violentas de
marcos institucionales que median su desenlace. 3. Importancia es- unos individuos contra otros.
tratégica de ese corredor regional en un doble sentido: a) Paso esen-
cial en los intercambios económicos entre Medellín, Cali y Bogotá y El principal oponente de la prácti-
b) Corredor de salida hacía el Pacífico, escenario vital para los inter- ca forense durante este tiempo fue
la iglesia. Aún así, diversas cir-
cambios comerciales con el exterior. cunstancias motivaron a que por
orden de los jerarcas se realizaran
reconocimientos legales; es el caso
de la peste, cuyos estragos lleva-
ron a que el papa Clemente VI or-
denase la auptosia de las víctimas,
Regiones de violencia - Bloque occidental. con la esperanza de descubrir un
Colombia, 1999
remedio para la enfermedad.

Area Industrial de Cali


Población Casos Tasa Casos Indirectos
En 1507, por orden del Obispo
Cali 2.061.805 2.172 105,3 0 Bamberg, y ante el incremento de
Jamundí 63.822 43 67,4 27 crímenes en los que abundaban
Palmira 261.165 324 124,1 0 los abusos corporales y el infanti-

Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML y CF


Yumbo 77.304 65 84,1 10
Norte del Valle
cidio, se recopiló y publicó la
Cartago 131.649 220 167,7 117 Constitutio Bambergensis
Caicedonia 53.037 49 92,4 0 Criminais, que proponía, entre
Roldanillo 43.669 78 178,6 8 otras cosas, que en todo caso que
Sevilla 63.528 53 83,4 0
Tuluá 188.881 305 161,5 0 implicara violencia fuera llamado
Zarzal 40.137 57 142,0 82 un médico que debía tomar notas
Sur de Risaralda sobre la naturaleza y posición de
Pereira 636.530 647 101,6 0
las heridas y sacar conclusiones
La Virginia 32.546 74 227,4 0 4
Marsella 21.438 32 149,3 0 para presentarlas al tribunal.
Santa Rosa de Cabal 72.221 51 70,6 0
Occidente de Caldas De otro lado la necesidad de es-
Anserma 50.347 32 63,6 26
Chinchiná 84.200 121 143,7 0
clarecer los homicidios que paula-
Riosucio 48.662 39 80,1 70 tinamente iban en aumento, im-
Manizales 365.424 357 97,7 0 pulsó a que Carlos V, en 1533,
Total 4.296.364 4.719 118,9 340 presentara los Códigos de la Con-
Nota: Las tasas están calculadas por 100.000 habitantes ducta Legal. Si bien el intento es
39
Regiones de violencia - Bloque centro norte.
Colombia, 1999

Población Casos Tasa Casos Indirectos


Urabá Antioqueño
Apartado 96.741 211 0,0 71
Chigorodo 48.737 103 211,3 35
Turbo 111.716 91 81,5 2
Occidente Antioqueño
Santafé de Antioquia 23.615 26 110,1 231
Norte Antioqueño
Barbosa 22.387 71 317,1 242
Yarumal 37.099 421 113,2 47
Valle del Aburrá (Antíoquia)
Medellin 2.047.917 3311 161,7 0
Bello 341.536 296 86,7 99
Envigado 141.965 121 85,2 81
ltagüi 226.395 2971 131,2 33
Sudoeste Antioqueño
Andes 41.620 37 88,9 328
Oriente Antioqueño
Rionegro 84.949 89 104,8 433
Magdalena Medio
Barrancabermeja (Santander) 195.155 302 154,7
Puerto Berrio (Antioquia) 38.217 68 177,9 0
La Dorada (Caldas) 83.005 54 65,1 8
Puerto Boyacá (Boyacá) 31.632 31 98,01 0
Cesar 0
Aguachica 76.412 90 117,8 0
Agustín Codazzi 71.495 52 72,7 32
Chiriguana 30.778 43 139,7 0
Catatumbo
Ocaña 89.8671 118 131,3 0
Total 5453 16421

Nota: Las tasas están calculadas por 100.000 habitantes

Los focos de violencia que Sobre esa coincidencia entre organizaciones ilegales y los escenarios
representan los 79 municipios de violencia, Pécaut señala “... En la mayoría de los casos la violencia
indicados están agrupados alrededor es mayor en los municipios que se ubican en zonas bastante significa-
de diversas regiones, unas
configuradas en el interior de los tivas desde el punto de vista económico. Si ahora se está presentan-
departamentos y otras alrededor de do una violencia tan fuerte en las zonas cafeteras no es por casualidad,
una continuidad geográfica y
sociohistórica que incluye diversos
ni tampoco un problema de delincuencia común. Se trata de hecho
departamentos. de la presencia de actores organizados que por una razón u otra con-
sideran ahora esas zonas como un importante centro de operación”.5
Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML y CF

El Corredor centro-norte integrado por Urabá, occidente, norte, su-


roeste y oriente antioqueños, valle del Aburrá, Magdalena Medio,
Cesar y Catatumbo, configura un corredor de violencia homicida que
separa al norte del centro del país. Los actores y lógicas del conflicto
armado sumados a los recursos económicos en los escenarios re-
gionales derivados de las bonanzas de cultivos de café (Antioquia),
coca (Urabá, sur de Bolívar, Catatumbo), petróleo (Catatumbo y
Magdalena Medio) y palma africana (Santander y Cesar), constituyen
los factores, actores y lógicas que permean la violencia homicida. La

5
Pécaut, Daniel ¿Una Interpretación Global de la Violencia? En Boletín Socioeconómico No. 27 Universidad del
Valle, Cali, 1998.

40
violencia organizada y desorganizada se entrelazan; las riñas se des- muy valioso, más que ser una
guía de apoyo en el adecuado exa-
envuelven paralelamente con los enfrentamientos armados y la in-
men post mortem, lo que consig-
tolerancia social, como móviles de los homicidios. Y esa lógica de nó fueron los criterios para esta-
violencia organizada está vinculada con los nuevos lineamientos blecer si el acusado de homicidio
geoestratégicos de la lucha contrainsurgente de los grupos paramilitares era lo suficientemente fuerte para
soportar la tortura que se realiza-
y de autodefensa, desde mediados de la década de los años 90.
ba durante la indagación. Este
tipo de mecanismo fue durante
El despliegue de la nueva estrategia paramilitar, según Echandía, tie- mucho tiempo la estrategia para
ne dos propósitos: 1. Contener la expansión guerrillera. 2. Penetrar establecer culpables; en muchos
casos los acusados, ante la inten-
y disputar las áreas de asentamiento tradicional de la guerrilla, en las
sidad de la tortura, aceptaban
cuales se concentran sus fuentes más estables de legitimación y fi- crímenes no cometidos
nanciación.6 Las dimensiones geográficas de esa estrategia de las
Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) busca crear un corredor La persecución de que eran objeto
aquellos que practicaban autop-
que separe al norte del centro del país y que permita la eficaz pene-
sias empezó a decaer con fuerza
tración de la retaguardia de las FARC.7 La creación de ese corredor, hacia 1543, gracias a los trabajos
supone la ruptura de la zona estratégica del ELN y con el tiempo, su y publicaciones de Andreas
debilitamiento y abdicación militar. Vesalius, estableciéndose poste-
riormente el procedimiento para
presentar pruebas médicas en los
Urabá es un escenario que no ha estado excento de los efectos de tribunales. Durante este mismo
las bonanzas (banano y cultivos de coca) y las lógicas del conflicto ar- siglo Ambrosio Pare, escribió el
mado por el control territorial entre la guerrilla y las AUC. Su confi- primer manual con carácter aca-
démico, dando inicio a la medici-
guración en la década de los 90 como escenario de intensa
na legal institucionalmente. En él
confrontación entre guerrilla y Autodefensas Campesinas de Córdoba se encuentra información sobre
y Urabá (ACCU)8 lo constituyó en el laboratorio en donde se ponía las lesiones por armas de fuego
de manifiesto el nuevo componente de la confrontación armada en –arcabuces–, armas cortantes y la
manera de preparar informes mé-
los 90: la recomposición de los grupos paramilitares y autodefensas 5
dico-legales.
orientado por nuevas directrices estratégicas. Ese actor abandona su
carácter reactivo, consolida su control en áreas de influencia y pasa
de la contención a la expansión. La intensidad de la confrontación a
mediados de los años 90, coincide con la expansión de los homici-
dios. Esos fenómenos paralelos encuentran puntos de convergen-
cia, si se tiene en cuenta que los nuevos métodos de la confrontación
desplazaban los enfrentamientos directos entre grupos armados por

Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML y CF


los homicidios selectivos, individuales y masivos, fuera de combate con-
tra pobladores acusados de auxiliar y colaborar con el enemigo. El des-
enlace de la confrontación a favor de uno de los actores y el destierro
del otro, coinciden con el decrecimiento acelerado de los homicidios.

Ese proceso se extiende hasta el occidente, oriente y Magdalena


Medio antioqueño, Santander, Bolívar, Cesar y Catatumbo. La bo-
nanza del banano y sus efectos en las estructuras sociales que sirven

6
Echandía, Camilo Geografía del Conflicto Armado y las Manifestaciones de la Violencia en Colombia University
Of London , Londres, 1999. P. 11.
7
Rangel, Alfredo. Colombia: Guerra en el Fin de Milenio. Universidad de los Andes, Bogotá, 1999.
8
Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá. Embrión de las hoy Denominadas AUC (Autodefensas Unidas
de Colombia). ILUST. 7

41
de base a las lógicas de confrontación armada, cambian de nombre,
siendo sustituidas por la de petróleo en el Magdalena Medio, café
en Antioquía, petróleo y coca en Catatumbo.

Las masacres de La Gabarra en Tibú, son el hecho de mayor reco-


nocimiento en la expansión territorial y despliegue estratégico de las
AUC y dada la continuidad geográfica indicada, se constituye un co-
rredor de violencia que va desde Urabá hasta el Catatumbo, el cual
fractura el norte del Centro del país y la zona estratégica del ELN.
En el Magdalena Medio, el escenario de la confrontación tiene dos
especificidades: petróleo y cultivos de coca.9

A ese análisis habría que agregar que las bonanzas se caracterizan por
la transitoriedad del poblamiento, de las relaciones sociales, econó-
micas y la ausencia de instancias eficaces en la regulación de conflic-
tos emergentes. Las relaciones son esporádicas, inestables, conflictivas
y que estén invadidas por la desconfianza; características que son pro-
ducto del desarraigo social y territorial de los individuos que partici-
pan en ellas. Esas mismas condiciones estimulan el despliegue de
reacciones y estrategias de enfrentamiento por parte de los actores

Regiones de violencia - Bloque oriental.


Colombia, 1999

Población Casos Tasa Casos Indirectos


Arauca
Arauca 75.669 130 171,8 5
Saravena 30.018 47 156,6 74
Piedemonte Casanareño
Yopal 77.338 105 135,8 0
Aguazul 15.457 46 297,6 0
Ariari y Piedemonte Llanero
Granada 41.782 203 485,9 45
Acacias 44.347 29 65,4 0
Villavicencio 314.228 187 59,50
Total 240.264 531 124

Nota: Las tasas están calculadas por 100.000 habitantes


Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML y CF

En las bonanzas convergen tres factores que


interfieren en los contenidos, formas y conflictos de
las nuevas relaciones e inducen a elevados niveles
de violencia social. Ellos son, según Pécaut:
a) migración masiva, b) inversiones anárquicas y
c) precaria presencia estatal en cuanto a justicia y
seguridad. La combinación de estos factores
produce una desorganización social cuya máxima
expresión es una acentuada violencia10 , que ha
tomado un matiz de ¨cotidiana¨.

9
Echandía, Camilo. Colombia: Inseguridad, Violencia y Desempeño Económico en las Áreas Rurales. Fonade y
Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 1997.
10
Pécaut, Daniel. Pasado, Presente y Futuro de la Violencia Análisis Político IEPRI, Santa Fe de Bogotá, Enero de
1997. P. 11.

42
ante un atraco o una riña. Atracos que son muy comunes si se con- Ante la importancia que va to-
mando la medicina legal, en
sidera la emergencia de formas de delincuencia, organizada o no, en
1624 se crea el primer curso de
esas zonas de colonización. medicina forense en la Universi-
dad de Leipzig, acción que brindó
El caso de mayor particularidad en las regiones que conforman este mayor respetabilidad académica a
una ciencia reconocida por pocos.
bloque, es el del suroeste antioqueño en donde el principal móvil
Estos cursos fueron paulatina-
de los homicidios es la riña, priman las tabernas y sitios de diversión mente adoptados por las universi-
como lugar de los hechos y el conocimiento del victimario. Carac- dades de Praga y Viena, denomi-
terísticas que desplazan los enfrentamientos armados e intolerancia nándolos “Medicina Pública”. En
ellos se trataban temas médico
social propia del conflicto armado. Esas especificidades expresan otra
legales e higiene pública; esta úl-
dimensión en los impactos de las bonanzas (café), respecto a la cual tima iría durante mucho tiempo
señala Pécaut “...en las zonas de bonanza se establece una equiva- de la mano de la medicina
lencia entre el dinero y la muerte, la vida se gasta como el dinero. forense, siendo una de las carac-
terísticas de la escuela europea del
Las borracheras proporcionan la ocasión para exhibir una virilidad y
siglo XVII que, como veremos más
un honor que no se afirman sino por la disposición para afrontar la adelante permearía los comienzos
muerte. O sea, que las interacciones cotidianas están sometidas a de la medicina legal en Colombia.
rituales fundados sobre la violencia”.11

El otro contexto con particularidades es el del Valle del Aburrá, en


donde las lógicas del conflicto armado se tornan difusas respecto de
la influencia de la delincuencia, las pandillas, milicias y organizaciones
ilegales del narcotráfico. Una particularidad de ese foco de violencia
reside en que es uno de los escenarios que mayor influencia ejerce
en el decrecimiento de la curva de los homicidios.

Un tercer bloque de violencia conformado por Arauca, piedemontes


casanareño y llanero-Ariari, configuran el corredor oriental de la vio-
lencia homicida. Este coincide con la segunda fase de la estrategia de
las AUC: la penetración de las zonas de influencia y contención de
las FARC, sitios en donde se concentran sus fuentes más estables de
financiación y legitimación. Empleando para ello el corredor que frac-
tura al norte del centro del país y que se extiende desde Urabá has-
ta el Catatumbo.

Petróleo y cultivos de coca (Arauca, Casanare y Meta) nuevamente Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML y CF
ILUST. 8

emergen como condiciones de los escenarios regionales que están Es hacia 1663 que el cirujano
en el fondo de las lógicas del conflicto armado, desplegadas por las danés Thomas Bartholinus conci-
bió lo que se puede denominar la
AUC en la década de los años 90. Los recursos económicos, las es- primera prueba “científica” de la
trategias de los actores organizados y el impacto de las bonanzas en medicina forense, al anunciar que
las relaciones y estructuras sociales, coinciden como comunes de- la única manera de establecer si
nominadores en los escenarios de violencia. La estrategia de las AUC un niño había nacido vivo o no
era examinando si los pulmones
no sólo busca el ataque a la retaguardia de las FARC, sino que ade- contenían aire. El experimento se
más pretende alterar la correlación de fuerzas con esa organización, logró realizar veinte años más
tarde, introduciendo los pulmo-
nes en agua: si flotaban era por
11
Pécaut, Daniel. Pasado, Presente y Futuro de la Violencia en Colombia Revista Análisis Político. Bogotá, 1997.
que el niño había nacido vivo.

43
Homicidios según puntos de atención del INML y CF.
Colombia, 1999

Municipio Población* Homicidio Tasa Municipio Población Homicidio Tasa

Granada 41.782 203 486 Agustín Codazzi 71.495 52 73


Barbosa (Antioq.) 22.387 71 317 Moniquirá 23.452 17 72
Aguazul 15.457 46 298 Chaparral 44.785 32 71
Apartadó 96.741 211 218 San Juan del Cesar 38.199 27 71
La virginia 34641 74 214 Tumaco 151.775 107 70
Chigorodó 48.737 103 211 Mariquita 31.133 21 67
Roldanillo 43.669 78 179 Jamundí 63.822 43 67
Puerto Berrío 38.217 68 178 Garzón 52.056 35 67
Arauca 75.669 130 172 Acacías 44.347 29 65
Cartago 131.649 220 167 La Dorada 83.005 54 65
Medellín 2.047.917 3311 162 Tolú 37.239 24 64
Tuluá 188.881 305 161 Florencia 412.162 263 64
Marsella 20420 32 157 Anserma 50.347 32 64
Saravena 30.018 47 157 Riohacha 117.637 74 63
B/bermeja 195.155 302 155 Santa marta 360.592 226 63
Cáqueza 18.554 27 146 Villavicencio 314.228 187 60
Chocontá 15.858 23 145 Armenia 298.293 173 58
Chinchiná 84.200 121 144 Barranquilla 1.199.517 691 58
Zarzal 40.137 57 142 La Plata 41.674 24 58
Buga 128.212 182 142 Cimitarra 28.638 16 56
Chiriguaná 30.778 43 140 San José del Guaviare 118.647 66 56
Yopal 77.338 105 136 Valledupar 306.618 170 55
Ocaña 89.867 118 131 Ciénaga 171.734 94 55
Itagüi 226.395 297 131 Pamplona 55.688 30 54
Palmira 261.165 324 124 Ipiales 89.383 48 54
Fundación 75.106 91 121 Chiquinquirá 50.632 27 53
Buenaventura 266.035 318 120 Montería 337.919 165 49
Aguachica 76.412 90 118 Corozal 52.089 25 48
Yarumal 37.099 42 113 Aguadas 57.784 27 47
Belén de Umbría 34.085 38 111 Puerto López 26.100 12 46
Patía(El Bordo) 28.877 32 111 Pasto 379.724 172 45
Antioquia 23.615 26 110 Facatativá 82.729 36 44
Cali 2.061.805 2172 105 Bogotá 6.322.101 2669 42
Rionegro 84.949 89 105 Zipaquirá 81.476 34 42
Villeta 28.856 30 104 Puerto Carreño 12.362 5 40
Pitalito 84.176 87 103 Soacha 341.306 138 40
Líbano 44.585 46 103 Bucaramanga 961.035 375 39
Apía 17.497 18 103 Ibagué 427.637 165 39
Pereira 636.530 647 102 Tunja 120.668 46 38
Pto. Boyacá 31.632 31 98 Vélez 26.472 10 38
Manizales 365.424 357 98 La Unión 39.313 14 36
Fusagasuga 89.433 87 97 Quibdó 123.002 42 34
Cúcuta 772.727 747 97 San Vicente de Chucurí 33.174 11 33
La Mesa 23.054 22 95 Sincelejo 224.671 73 32
Caicedonia 53.037 49 92 Plato 79.669 25 31
Andes 41.620 37 89 San Gil 41.736 13 31
Caucasia 60.739 53 87 Cartagena 851.477 263 31
Bello 341.536 296 87 Túquerres 48.869 15 31
Envigado 141.965 121 85 Garagoa 16.345 5 31
Popayán 224.091 190 85 Neiva 320.301 94 29
Yumbo 77.304 65 84 Sogamoso 144.903 41 28
Sevilla 63.528 53 83 El Banco 84.662 23 27
Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML y CF

Carmen de Bolívar 80.268 66 82 Girardot 106.516 26 24


Turbo 111.716 91 81 Espinal 75.489 16 21
Manzanares 36.054 29 80 Magangué 141.510 29 20
Riosucio 48.662 39 80 Duitama 116.627 22 19
Salamina 27.483 22 80 Sincé 36.778 6 16
Pacho 26.170 20 76 Lorica 140.255 22 16
Maicao 118.949 89 75 Mocoa 278.324 33 12
Stder de Quilichao 82.926 62 75 San Andrés 64.139 5 8
Sta. Rosa de Cabal 69.765 51 73 Leticia 62.642 4 6

Bucaramanga incluye Floridablanca, Giron y Piedecuesta


Pereira incluye Dos Quebradas
Cúcuta incluye Los Patios, Villa del Rosario y El Zulia
Leticia, Mocoa, San José del Guaviare y Florencia se toma la población del departamento
* DANE. Población ajustada 1993 y proyecciones preliminares por cabecera y resto, según municipio.
Nota: Las tasas están calculadas por 100.000 habitantes

44
a través de la neutralización de puntos estratégicos como la cordi- Los logros de la medicina legal eran
cada vez más reconocidos; el Código
llera oriental, de allí el peso del piedemonte llanero y casanareño
Napoleónico, en 1808, posibilitó en
como escenarios de violencia homicida. los tribunales europeos hacer juicios
públicos y “El trabajo del examina-
En Arauca, se cruzan otras lógicas como la avanzada de las Fuerzas dor médico, se revelaba como un
servicio público vital y no como un
Militares contra las FARC y el ELN en esas zonas, la emergencia de 6
ritual secreto y tenebroso”.
grupos paramilitares, las pugnas entre esas organizaciones guerrille-
ras por el control territorial y las incorporaciones de miembros po- Hacia 1804, la influencia de la
tenciales a una u otra. escuela francesa de Medicina Le-
7
gal, cruzó el Atlántico e impulsó
la primera cátedra de Jurispru-
Otro bloque relacionado con la lógica del conflicto armado y en es- dencia Médica, en el Colegio Es-
pecial con la estrategia nacional contrainsurgente de las AUC, es aquel tadounidense de Médicos y Ciru-
que se configura entre el norte del Tolima y el occidente de janos de los Estados Unidos. Pos-
teriormente Norteamérica desa-
Cundinamarca. Esta zona es un punto neurálgico para diversos ac-
rrollaría una escuela particular
tores armados, pues es un foco de concentración de recursos eco- que hoy día rige su sistema legal,
nómicos debido a la bonanza cafetera (Tolima) y petrolera respondiendo a las necesidades y
(Cundinamarca) y un corredor estratégico vital en una doble vía; pues avances de su cultura.
permite los desplazamientos desde el centro hasta el norte, por un
En el siglo XIX, el mundo moder-
lado y el acceso desde el centro hacía el occidente, por el otro. El no y sus acontecimientos, estable-
impacto de las bonanzas configura el entramado de relaciones so- cieron finalmente el curso de la
ciales que sirve de base al desenvolvimiento de las lógicas del con- medicina forense. Los aportes
más significativos para el desarro-
flicto armado. Recuérdese que las lógicas del conflicto armado
llo de la medicina legal los reali-
privilegian hoy el homicidio fuera de combate, los asesinatos selecti- zaron Mathieu Joseph
vos y masivos de individuos acusados de conformar las redes de Bonaventura Orfila, a quien se
apoyo de los enemigos armados. considera el fundador de la mo-
derna toxicología forense; Marie
Guillaume Alphose Devergie
Un último bloque está constituido por el sur del Huila y bota caucana, quien introdujo el microscopio en
siendo su común denominador el impacto contemporáneo que ha la práctica de la patología forense
tenido sobre sus sólidas estructuras sociales, la bonanza de los culti- y escribió el clásico tratado
Médicine Légale, theorique et
vos de amapola y la expansión de la ilegalidad que se configura en
practique ( Medicina Legal, teoría
torno suyo con la concomitante expansión del uso de violencia (ho- y práctica) y Johan Ludwing
micidios) en los conflictos que emergen en el interior de esa econo- Casper, quien se especializó en
mía. La disputa por los recursos flotantes configura la emergencia de ILUST. 9

Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML y CF


diversas lógicas de confrontación entre organizaciones ilegales. Es-
tos son, igualmente, focos de intensas operaciones militares y
enfrentamientos entre fuerza pública y guerrilla.

El bloque centro norte, oriente y occidental tienen


una particularidad, la cual reside en que los
municipios agrupados en esos bloques regionales, son
los que registran las tasas más altas de homicidios
respecto a la nacional; consideración que se reafirma
si se tiene en cuenta que de los 30 primeros
municipios con tasas más elevadas de homicidio, 20
están agrupados alrededor de esos tres bloques.

45
Los focos urbanos de violencia homicida

Los focos urbanos de violencia homicida, según las tasas de homici-


dios por 100.000 habitantes, se concentran en Arauca (172), Medellín
(162) y el valle del Aburrá (Envigado, Bello e Itagüi), Yopal (144),
Mocoa (121), Cali (107) y su área industrial (Yumbo, Palmira y
Jamundí), Pereira (104), Cúcuta (99), y Manizales (98); las cuales
registran las tasas más elevadas de homicidios. Otros casos como
Barranquilla, Valledupar, Santa Marta, Riohacha, Villavicencio y San
José del Guaviare, conservan un indicador similar al nacional, y final-
mente, ciudades como Montería, Pasto, Santa Fe de Bogotá, Quibdó,
Ibagué, Neiva, Tunja y Sincelejo, registran un índice inferior al nacio-
nal. Las ciudades con las tasas más altas por cada 100.000 habitan-
tes (Medellín, Cali, Pereira, Cúcuta, Manizales, Yopal, Mocoa y
Arauca) absorben el 55% (7.502) de los homicidios que se produ-
jeron en las ciudades durante 1999.

Focos aislados de violencia como el sur de la


Guajira están vinculados con dos factores
esenciales que pueden ser potenciadores de
violencia: 1. áreas tradicionales de
contrabando y permeadas por un ambiente de
ilegalidad; 2. Arraigo cultural que legitima y
privilegia el uso de la violencia en el desenlace
de diversos conflictos.

La particularidad de los focos urbanos más afectados reside en que


su ubicación geográfica converge con los focos y bloques regionales
Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML y CF

de violencia, lo cual plantea como problema esencial identificar sí la


influencia de los actores y factores en cada foco regional, se extien-
de hasta los contextos urbanos. Entonces, si los focos en el interior
de esas ciudades están relacionados con la presencia de organizacio-
nes ilegales (bandas, pandillas, milicias) será preciso identificar cómo
se relacionan y se alimentan éstas con las lógicas y estrategias de los
actores organizados que permean el entorno regional en que se ins-
cribe el centro urbano.

Las características de la violencia homicida en las ciudades capitales,


muestran un perfil de las víctimas diferenciado, ya que existe una ma-
yor participación de hombres jóvenes (15 a 24 años); los móviles se
concentran en los ajustes de cuentas, atracos y riñas. Aunque es
46
preciso resaltar que los casos con móvil identificado (5.623) sólo
constituyen un 41.5% de los homicidios en las capitales. Esas ten-
dencias generales para las ciudades se alteran en aquellas más vio-
lentas, pues el predominio de los ajustes de cuentas y atracos se
acentúan desplazando a las riñas.

Respecto a los lugares de los hechos, predomina la vía pública y el


baldío, siguiendo la tendencia nacional, la única excepción la consti-
tuye Valledupar, en donde predomina el sitio de trabajo, aunque
diversificado con otros espacios como el baldío y vía pública. En el
60% (101 homicidios) se identificó el lugar de los hechos, un 30%
incluye el sitio de trabajo, un 26% los baldíos y un 17% la vía públi-
ca; mientras el agresor resulta ser un desconocido en un 72% (4.915)
de los homicidios que se producen en las capitales. Las excepciones
se concentran en Arauca y Tunja, la primera distribuye a los agreso-
res entre Fuerza Pública, conocidos y desconocidos y en la segunda,
el 40% (18) de los homicidios es producido por un conocido y un ILUST. 10

36% (17) por un desconocido. Igualmente, es preciso destacar que


los suicidas y víctimas de asesina-
en ciudades capitales como Bogotá, Medellín, Pereira y Cúcuta se to, escribiendo dos manuales fun-
carece de información sobre el agresor en más del 80% de los ca- damentales: Gerichtliche
sos. Esas mismas ciudades concentran el 70% (4.460) de los homi- Leichenoffnung (Disección
cidios en las capitales que carecen de información a este respecto. forense) y Praktisches Handbuch
der gerichtlichen Medizin (Manual
práctico de medicina forense).
El común denominador entre los focos regionales y los focos urba-
nos de violencia es el dinamismo de sus procesos económicos y su A estos nombres se uniría poste-
importancia geoestratégica. Expansión y consolidación de economía riormente en 1899, el de Bernard
8
Spilsbury, quien alentaría la ra-
informal acompañada de procesos de migración masiva, concentra- mificación de la medicina
ción de recursos económicos, importancia estratégica en los inter- forense; su trabajo abrió paso a la
cambios comerciales, internos, externos y ejes del mercado nacional. química y física forense. La
Cúcuta y Arauca son centros urbanos ubicados en la frontera con Ve- interdisciplinariedad que se vis-
lumbraba en los albores de la me-
nezuela, Mocoa (Putumayo) en la frontera con Perú; Manizales y dicina legal se consolida, dando
Pereira son los centros de relevo en los intercambios comerciales paso a un quehacer autónomo,
por el occidente entre Medellín y Cali. Vale la pena destacar el caso universal y participante decisivo

Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML y CF


de dos centros urbanos que siendo focos de violencia, son de vital en el desarrollo social y jurídico
de la humanidad.
importancia. Estos son Tumaco (70 homicidios por 100.000
A la necesidad de dar respuesta a
homicidios y situaciones violentas
Pese a la referencia amplia de los focos de
en diversas partes del mundo, se
violencia homicida y su relación con la suma el interés de personas disci-
geografía del conflicto armado y el plinadas y apasionadas por la
narcotráfico, es preciso orientar la ciencia forense que harían valio-
observación hacía la otra dimensión del sos hallazgos; es el caso de los
fenómeno, la violencia homicida concentrada profesores John Glaister y J.C.
en las ciudades. Esos escenarios suponen la Brash, quienes introdujeron nue-
influencia de otros actores organizados vas técnicas en la identificación
(pandillas, bandas y milicias) y no de la víctima. Una metodología
organizados (delincuencia común) que se fue la superposición del retrato
desenvuelven en el marco de la ilegalidad.
de ésta sobre el retrato de una
47
habitantes) y Buenaventura (119 homicidios por 100.000 habitan-
tes), zonas portuarias esenciales en el comercio exterior a través del
Pacifico. El dinamismo económico no es ajeno a esos puertos, como
tampoco lo es el impacto demográfico, social y cultural que este
conlleva en la expansión de las prácticas violentas.

La identificación de los focos internos de homicidios en las ciudades


más violentas, su relación con la presencia de otros actores organi-
zados de menor influencia (bandas, pandillas, milicias, delincuencia),
con dinámicos escenarios económicos y los patrones de distribución
espacial de los móviles, permitirán identificar las nuevas lógicas y es-
trategias en las que se inscribe la violencia homicida, las disputas te-
rritoriales en el interior de la ciudad, el control sobre puntos
estratégicos, sobre recursos económicos y el grado de enmascara-
miento de los ajustes de cuentas y atracos en las riñas. El hecho de
que las vías públicas y los baldíos predominen como lugares del he-
cho y se desconozca a los agresores, precisa de una identificación de
los focos barriales, sectoriales y guetos en los escenarios urbanos.

Conclusiones

La caracterización de la violencia homicida alrededor de diversas va-


riables, permite cuestionar las interpretaciones que hacen énfasis en
el carácter rutinario, impulsivo, irracional y endémico de la violencia
que permea las diversas relaciones entre los actores sociales; la pla-
nificación que se expresa en los móviles (atraco, ajuste de cuentas,
intolerancia social y enfrentamiento armado), las estrategias de ocul-
tamiento manifiestas en el anonimato de las vías públicas y baldíos
como lugares de los actos de violencia, el desconocimiento del agre-
sor, y la concentración espacial, parecen argumentos suficientes para
rebatir esa espontaneidad. Pero lo que más llama la atención es la
continuidad de tres elementos en los diversos focos de violencia:
Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML y CF

Los mercados ilegales, la


expansión de la delincuencia y la
emergencia de organizaciones
en busca de control territorial, se
entrelazan como lógicas detrás
de las expresiones de violencia
concentradas en focos barriales
y sectoriales de las ciudades.

48
1. La continuidad geográfica de los focos de homicidios coincide con calavera que se especulaba le per-
tenecía; los resultados fueron
la presencia y dimensión espacial de estrategias específicas desple-
exitosos. Con el tiempo la tecnolo-
gadas por diversas organizaciones ilegales. 2. Los focos son escena- gía ha sido perfeccionada, siendo
rios en los cuales se concentran grandes recursos económicos hoy día una herramienta muy va-
(petróleo, café, amapola, coca, banano, oro, esmeraldas) y dinámi- liosa para ciertas identificaciones.
cos procesos económicos tanto formales como informales. 3. Los
focos son puntos estratégicos y neurálgicos para los diversos inter-
cambios económicos y comerciales a nivel nacional, las exportacio- PISTAS Y PISTOLAS
nes de mercancías y para la movilidad de diversos actores
organizados, bien en una confrontación armada o en el desarrollo Las armas de fuego forman parte
de actividades ilícitas. del conjunto de objetos que ha
cambiado la historia de la huma-
nidad. A través de ellas se han
Esas características de los focos de violencia y el contenido de las definido guerras, se han subyuga-
estrategias de los actores organizados, se constituyen en los facto- do pueblos, se llevaron casi hasta
res suficientes para comprender el modo en que la presencia de los la extinción a otros. Ante esto y
ante la imposibilidad de evitar los
actores exacerba procesos de violencia. Esa precisión es importante conflictos armados, a finales del
hacerla por dos razones, la primera es que no toda presencia de siglo XIX y principios del XX, se
actores organizados ilegales conlleva la expansión de violencia ho- acordaron tratados enmarcados
micida, como lo señala Echandía, pues la geografía de presencia de dentro de lo que se conoce como
el moderno derecho de los con-
los actores organizados rebasa en cobertura y extensión a la geo- flictos armados que se ha traduci-
grafía de los homicidios; de hecho, la coincidencia entre homicidios do en dos ramas: el derecho de la
y actores se produce cuando se configuran lógicas de confrontación Haya o derecho de la guerra, y el
por el control territorial (guerrilla y paramilitares) o lógicas económi- derecho de Ginebra o derecho
9
humanitario propiamente dicho.
cas vinculadas con la expansión de mercados ilegales; y la segunda,
es que la riqueza económica de los escenarios que son focos de
violencia los constituye en un polo de migración masiva, múltiples ILUST. 11

agentes individuales se yuxtaponen en el espacio estableciendo re-


laciones transitorias, inestables, invadidas por la desconfianza e
instrumentalidad, y ante todo desarticuladas de un marco que per-
mita la regulación de sus conflictos emergentes. Pero el efecto no
es sólo sobre las relaciones y conflictos entre individuos, sino que
también se extiende hasta la constitución de nuevos actores como
la delincuencia, los cuales buscan mediante los atracos la apropia-

Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML y CF


ción de parte de los recursos flotantes. En la historia de la medicina legal
la presencia de las armas de fuego
implicó un reto de muchos años,
Si los homicidios se concentran en escenarios y tiempos específicos en especial la pistola que fue y
ligados con los territorios del miedo (permeados por factores de vio- sigue siendo uno de los elementos
lencia), los cuales buscan ser evadidos por ciudadanos corrientes con los que se llevan a cabo homi-
cidios. Este invento, que aparece
como espacio permanente y cotidiano de interacción, e incluso como en escena hacia 1515, al parecer
espacio de desplazamiento, se podría hacer una delimitación y seg- fue creado en la ciudad de Pistoia,
mentación de los actores que intervienen en las relaciones de vio- de donde deriva su nombre.
lencia homicida. Los ajustes de cuentas y las riñas como móviles sólo
El primer caso conocido de “ba-
pueden involucrar a actores que se movilicen o permanezcan en los lística forense” utilizado en un
lugares que demarquen el territorio del miedo, que construyan re- tribunal tuvo lugar en 1784; en
laciones y se envuelvan en interacciones en su interior; ésto sólo ese momento se pudo establecer
podría hacerlo quien conozca y se desenvuelva con frecuencia en la que la bala fue disparada por una
49
cotidianidad de esos escenarios, pues la mayoría las evita; por esto,
no es casual identificar a los mismos actores que participan en los ajus-
tes de cuentas y atracos como expresiones de violencia organizada
y planificada, en las riñas; dada lo superposición en la geografía de
uno y otro móvil. Las relaciones que configuran esos actores se
entrecruzan y se superponen, ampliando con su participación, la vio-
lencia organizada y desorganizada paralelamente.

La concentración geográfica de homicidios por barrios y sectores, las


vías públicas y los horarios nocturnos como circunstancias espacia-
les y temporales de los homicidios urbanos y la superposición de geo-
grafía de atracos, ajuste de cuentas y riñas, pueden sugerir que los
actores que participan en la expresiones de violencia callejera, coti-
diana y espontánea, pueden estar vinculados, directa e indirectamen-
te, con otras modalidades de violencia organizada y planeada.

Las expresiones de violencia desorganizada y espontánea están vin-


culadas con aquellas organizadas en la medida en que la geografía de
los ajustes de cuentas y atracos se superponen con las riñas, la vio-
lencia organizada refuerza la desorganizada. Los riesgos de exposi-
ción derivados de una riña en donde el perfil de su adversario
corresponda con los protagonistas de la violencia organizada (miem-
bro de banda o pandilla), la letalidad del enfrentamiento deriva de la
disponibilidad de ese adversario para el empleo de armas
cortopunzantes o de fuego, o de la posible víctima portadora de
armas de fuego como parte de su estrategia de enfrentamiento en
esas áreas. No es extraño que se configuren diversas modalidades
de riña, una entre miembros de organizaciones ilegales, relaciones
internas y externas permeadas por la intensionalidad; y otra entre un
miembro de una organización ilegal y un ciudadano que configuran
relaciones esporádicas por su coincidencia en un escenario.

Los efectos paralelos de los dinámicos procesos económicos (bonan-


Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML y CF

zas) están asociados con la movilidad geográfica, la transitoriedad del


poblamiento y la expansión de patrones de inversión anárquica que in-
ducen una desorganización social. Esta se pone de manifiesto en el des-
arraigo, transitoriedad, instrumentalidad y desconfianza en las relaciones
sociales, características que propician la activación y expansión de diver-
sas estrategias de enfrentamiento que se entrecruzan con aquellas de
los actores organizados. Pero el efecto no es sólo sobre las relaciones y
conflictos entre individuos, sino que también se extiende hasta la consti-
tución de nuevos actores como la delincuencia, los cuales buscan me-
diante los atracos la apropiación de parte de los recursos flotantes.

Como una consideración final, vale la pena destacar que en los es-
cenarios con una menor intensidad en la violencia homicida (y
50
considerados incluso como pacíficos, dada la baja tasa de homicidios determinada arma, la distancia y
el tiempo en que fue disparada
en comparación con la nacional), sus características alteran los patro-
por última vez el arma. Esto se
nes identificados a nivel nacional. Escenarios como Boyacá y Nariño unió con los estudios que los
sustituyen el misterio alrededor de las circunstancias de los homicidios patólogos forenses realizaron so-
y permiten una visualización más abierta de los actos de violencia. El bre causa, naturaleza y efectos de
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las heridas de bala.
peso de las riñas como expresión de espontaneidad de la violencia se
relaciona con el bajo nivel de homicidios, los conflictos esporádicos no En la medida en que las armas se
constituyen razones suficientes para que de manera masiva se recurra tecnificaban los estudios de balísti-
a la eliminación del otro para su desenlace. ca también lo hacían, hasta lograr
determinar la huella dactilar de
cada arma. Este descubrimiento lo
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logró E. Wait, quien a finales de
Recomendaciones 1922 descubrió al examinar los
instrumentos cortantes con que se
escariaban las estrías en los caño-
1. Consolidar las formas de organización civil y comunitaria autó-
nes de las armas de fuego, que cada
noma, formal e informal, en los focos de violencia, centrando sus uno dejaba una marca distinta. Este
objetivos y actividades en función de la promoción y difusión de resultado motivó a varios de sus
formas alternativas de resolución de conflictos y administración colegas, así como a criminalistas e
interesados en las armas, a seguir
de justicia. La difusión de esas alternativas de desenlace de los
indagando sobre estas huellas.
conflictos y deslegitimación de la violencia como medio, es ne- Uno de ellos Philip O. Gravelle,
cesaria si se tiene en cuenta la planeación en el uso de violencia. químico y microfotógrafo, fue
2. Implementar programas (culturales y de seguridad) que permi- quien inventó el microscopio de
comparación, que permite identifi-
tan una apropiación masiva de los espacios públicos, neutralizan-
car si una bala había sido dispara-
do y desmantelando los “territorios del miedo”. Esta condición da por un arma especifica.
es fundamental en la medida en que aumenta el riesgo de ex-
posición de los victimarios, eleva los costos en el uso de violen- Los logros obtenidos hasta enton-
ces con esta técnica así como el
cia y permite la consolidación del capital social.
reconocimiento de la gran diversi-
3. Consolidar acuerdos locales y regionales de las autoridades y la dad de armas que se creaban
población civil, con las organizaciones armadas, sobre la limitación constantemente y del amplio uso
de los medios empleados en las lógicas del conflicto armado. de que eran objeto –recordemos
que éstos son los años de la época
4. Diseñar políticas estatales contra los homicidios en el ámbito local,
dorada de los contrabandistas
y regionales con énfasis en programas comunitarios y alternati- norteamericanos, de vendetas y
vos de seguridad, justicia y apropiación del espacio público, balaceras célebres con Al Capone
enfatizando estos servicios como aquellos de infraestructura y a la cabeza– esto promovió la
creación en los Estados Unidos y

Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML y CF


orientándolos hacía los focos locales de violencia.
en Europa, de los Departamentos
5. Fortalecer y continuar la política de restricción al porte y uso de de Balística Forense.
armas de fuego, extendiendo la medida más allá de las coyuntu- ILUST. 12
ras, tanto en las ciudades metropolitanas como en los munici-
pios más violentos, orientando las acciones hacía los principales
focos de violencia en el interior de las ciudades y los municipios.
6. Diseñar y desarrollar proyectos de investigación en los focos de
violencia en el interior de las ciudades capitales (Cúcuta,
Manizales, Pereira, Arauca, Yopal) y en regiones poco estudia-
das como suroeste antioqueño, sur del Huila, norte del Cauca,
provincia del Gualivá, norte y occidente antioqueño, Catatumbo
y occidente de Caldas, con el propósito de desentrañar las di-
námicas y lógicas específicas detrás de la violencia homicida.
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